Fin a la carrera de obstáculos

Jueves 28 de agosto de 2014

Posadas, en plena expansión, requiere como ciudad de un crecimiento ordenado. Además de una adecuada cobertura en educación y salud, debe estar acompañada por suficiente disponibilidad de servicios públicos esenciales. Pero también, el tránsito vehicular debe ser fluido, para que los pobladores como los visitantes realicen sus actividades diarias de manera regular y sin inconvenientes. El direccionamiento vial debe responder a un patrón funcional, no a un cúmulo de obstáculos y prohibiciones que sólo entorpecen la marcha de los usuarios. Como se viene observando, desde este matutino, uno de los factores que claramente puede alterar la paciencia de cualquier conductor es el exceso de lugares exclusivos que impiden el estacionamiento a la mayoría de los automovilistas. A veces, hasta de manera imprudente, algunos colocan conos y otros elementos para apropiarse de la vía pública. Está prohibido por ordenanza, pero diferentes excepciones, a favor de funcionarios, taxistas, comerciantes y vecinos en general, transformaron casi en norma, tener un lugar público para uso privado. Como consecuencia, el desorden en el tránsito se fue apoderando de la ciudad. Está claro que la convivencia exige el cumplimiento de una serie de normas mínimas de respeto por los semejantes. La actual situación atenta contra aquella imagen de un lugar agradable para vivir. Ahora la Municipalidad de Posadas, pretende de manera oportuna revertir estas malas prácticas, exigiendo la reinscripción a los frentistas. Es una decisión oportuna y sólo se requeriría de reglas claras y de cumplimiento obligatorio, sin excepciones. (Pág.3).

Antonio Villalba

Editor de Política
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