Cartas de Lectores

Sábado 28 de marzo de 2015

El Estado

Señor Director:
“Tanto Estado como sea necesario, pero tanto Mercado como sea posible”. La frase pertenece a Willy Brant, uno de los cancilleres post 1945 que creó con la base de economía liberal a uno de los países hoy más económicamente fuertes (y lo demás) en el mundo: Alemania.
Todos los partidos políticos alemanes y sus directivos de aquella época (y hoy también) tienen clarito el esquema que aplican todos los días de cómo se llega a tener un pueblo masivamente no pobre pero rico.

Resumiendo, disiplin, kultur, arbait, es decir, orden, educación y trabajo, así progresa el pueblo, para lo cual han legislado durante los últimos 70 años la libertad de iniciativa privada laboral y productiva. Nada, ninguna orientación estatal reemplaza la iniciativa privada; al contrario, el Estado da créditos especiales a bajas tasas y a largo plazo al que quiere empezar un laburo; en Misiones, si vos querés ser zapatero remendón o abrir un taller industrial, el Estado te exige 19 formularios distintos a llenar para que ese Estado te diga sí o no. En Brasil es al revés: copian a Alemania y a otros países de economía liberal. Acá te viene la Afip con la Ganancia Presunta y atrás la DGR con Ingresos Brutos a producciones perfectamente desgravadas por ley (Código 011440). Vos me vas a decir que el total de los pueblos, sean de donde sean, son igual de brutos e ignorantes y estoy de acuerdo. Para eso ellos (los pueblos) aprendieron a votar y a elegir a gente capaz, inteligente, honesta y educada que metidos a política son la aristocracia de esos países y conocen perfectamente la primera ley de economía: “No se puede gastar más de lo que se cobra”. La segunda es: “Legislá la libertad de trabajo, el capital no paga impuestos ni derechos si paga el beneficio de ese capital productivo”. La infraestructura de un Estado no puede pasar del 12% de la labor productiva privada total. El promedio de toda Europa es de 11 a 12% de empleados estatales para 88% de trabajadores productivos privados, salvo Francia que tiene 5 privados cada 1 público, y así le va. En Misiones, un empleado público cobra lo que el Estado le roba a dos laburadores.
Entonces analicemos (a mis cortas luces) el por qué del desastre social y económico de la República Argentina, que con dos partidos (por suerte en estos días están apareciendo algunos más) lograron en los últimos 70 años hundirnos desde la octava posición económica mundial a la 147 actual. En algunos rubros, más abajo todavía, nos gana algún oscuro africano. Tanto radichas como peronchos con todas sus variedades son zurdas seudo-centro cuando simplemente son bolchevicoides con organización estatal nazi-fascista. Todo, todo, todo debe hacerse a través de un Estado perdonavidas que a los afiliados “sí” pero a los contreras, sean del pelo que sean, no. No le importa a este Estado que falten remedios o herramientas para la producción privada, es mucho más importante para este Estado si el peticionante que va a dar trabajo a desocupados es afiliado o simpatizante de las autoridades de turno. A este Estado que vivimos no le interesan las leyes que surgen de nuestra Constitución, que evidentemente son ignoradas por las despóticas cámaras legislativas, tanto allá en Baires como acá en Misiones. ¿El destino de esos impuestos anticonstitucionales, ilegales, coercitivos, etcétera? Caja del partido. Pagar sueldos y prebendas a los empleados públicos. Que por cada uno, en Misiones hay dos productores y obreros que pagan o los rematan.
Cada empleado público no produce rigurosamente nada comerciable o canjeable, sólo gastos y prebendas (la Camarita se sube el sueldo según las necesidades vacacionales u otras) mientras dos otros obreros o colonos pagan al Estado.
Es decir que el Estado (nacional y provincial) en manos de políticos delincuentes corruptos que se creen impunes está enteramente organizado para explotar a la ciudadanía productiva con “cargas” e impuestos exclusivamente en beneficio propio de los políticos. La política argentina se convirtió en un fanatismo religioso con el objetivo de robar impunemente. Menuda tarea la del próximo Gobierno si su plan político es limpiar la administración pública y promover la actividad privada. Miren lo que le pasa a Francia por ser refugio de fanáticos dorados por el petróleo que nosotros no tenemos ni ese oro, tampoco. Porque la platita para viajes, armas, abogados y fanáticos dirigentes, de algún lado sale.
Guido R. Lagier
Agricultor