“Depende del chico quedarse en el trabajo, nosotros lo capacitamos”

Domingo 21 de septiembre de 2014

La Oficina de Empleo municipal atiende a interesados de todas las edades, pero la búsqueda del primer trabajo para los jóvenes aparece con sus particularidades, entre la inexperiencia, los conocimientos previos y la necesidad de que con esfuerzo, dedicación y voluntad de aprender se puedan sostener en los sitios a los que ingresan.
Conservar ese primer empleo “depende mucho del chico y en cada caso es diferente”, explica la directora del organismo, Liliana Vivero.
“Hay muchos que están muy enganchados en la empresa o les gusta lo que empezaron a hacer, por ejemplo en las inmobiliarias, empezaron como cadetes, ya pasaron a estar en blanco; hasta en el banco Macro hay chicos que empezaron con una pasantía y hoy están en blanco. Pero siempre tiene que ver con lo que cada uno quiere, nosotros les decimos que ellos son los que van a forjar su destino, nosotros les damos una visión amplia de lo que pueden ser y de que sí pueden llegar a crecer, pero depende de cada uno”, detalló.

E insistió: “Siempre es el chico el que tiene la última palabra, porque depende de las ganas que ponga en el trabajo. Nosotros los orientamos, pero tampoco podemos asegurar a los empresarios ‘este chico es una luz’, porque todos son una luz, pero después se apagan”.
Respecto a la continuidad en el puesto una vez culminadas las pasantías, Vivero explicó que no está asegurada, pero “la idea es hablar con los empresarios para que después de las prácticas vean la posibilidad de incorporarlos; no tienen la obligación”.
La funcionaria se refirió también a los rubros más potables para que los jóvenes se inserten en el mercado laboral: “Depende de la oferta. Acá en Posadas se busca mucho atención al cliente, por la cantidad de negocios que hay. Pero hay chicos que tienen conocimientos por una cuestión familiar, porque trabajaron con los padres en mecánica, en carpintería, blanquería. Tiene que ver con los conocimientos previos que tienen. Por eso también para aquel que no tiene conocimiento o que quiere hacer algo y no sabe bien si le va a gustar, hacemos talleres en oficios, para orientarlos en lo que les gusta para que después tengan una opción más”.
Precisamente, sobre la importancia de los conocimientos traídos del colegio o de la casa, y de aquellos adquiridos en las capacitaciones, Vivero contó que se incentiva constantemente la culminación del secundario por exigencia de los empleadores y, sobre todo, porque posibilita continuar los estudios a nivel terciario o universitario.
“Las empresas quieren gente con secundario o que haya hecho un taller en oficios. Nosotros, cuando una empresa pide una persona, buscamos de los currículums que tenemos aquellos que tienen los conocimientos que se piden; si hicieron talleres, mucho mejor. Por ejemplo, las veterinarias: tenemos un taller de peluquería canina y eso a las veterinarias les viene muy bien, esos chicos generalmente se quedan con el trabajo, pero ya depende de ellos, porque se les dio el conocimiento en el taller”, graficó.

Opciones
Por otra parte, se abren también posibilidades para los microemprendimientos, a través de programas estatales.
“Estamos trabajando mucho con los proyectos productivos. Los chicos que tienen algún tipo de conocimiento, ya sea de la casa o adquirido en los talleres de oficios, arman su propio proyecto -que tiene varias etapas- y hasta tienen financiamiento con un subsidio de 25 mil pesos. A lo mejor al que le cuesta más insertarse en alguna empresa, pero tienen habilidades, se las trata de trabajar, para no dejar esa población sin nada”, expuso la titular de la Oficina de Empleo.
Pero además, la capacitación, que va desde el armado de currículums y la presentación a entrevistas laborales a la formación en oficios, es flexible: “Trabajamos con las empresas, el encargado de recursos humanos o a veces el propio dueño viene a dictar la charla, como una manera diferente de la búsqueda de empleo, porque ellos dan su perspectiva de lo que buscan, nosotros les decimos que tienen que presentar el currículum de una manera y el empresario por ahí tiene otra visión. Trabajamos por ejemplo con Nativa Forestal, Anyway, banco Macro, también traemos a la gente de la universidad para orientación vocacional y para la búsqueda de empleo a través de los medios digitales, que ahora se usa mucho. Estos talleres los hacemos una vez al mes”.
Para inscribirse a los talleres se requiere la historia laboral, para lo cual basta con acercar el número de Cuil a avenida Roque Pérez 1652. “Son talleres abiertos para todos, tengan programas sociales o no, desocupados personas que están ocupadas, pero quieren mejorar su empleabilidad, buscar nuevos horizontes”, explicó Vivero.

Por Mariano D. Bachiller