Yo, el peor de todos

Lunes 4 de mayo de 2015
No es fácil reconocer los errores. Mucho menos en público. Y más difícil aún debe ser encarar a un auditorio de niños y admitir abiertamente frente a ellos que se está allí por orden de un juez por haber tomado bebidas alcohólicas de más –al menos según el límite que establecen las leyes vigentes- y haber conducido en ese estado.
Sin embargo, es justamente eso lo que han comenzado a hacer los vecinos de Posadas que son sancionados por dar positivo en el examen de alcoholemia al volante a partir de la entrada en vigencia de la normativa municipal XVI 50/15.
La ordenanza estipula nuevas medidas con las que se buscó endurecer las sanciones a los conductores que manejen en estado de ebriedad, además de la quita de puntos en el carné por el sistema scoring y el pago de una multa. Veinticinco infractores ya recibieron este tipo de sanciones comunitarias, que también incluyen asistir a clases de educación vial.
Según se explicó desde la Escuela de Tránsito Municipal de Posadas, lo que se busca es que los conductores tomen conciencia de las graves consecuencias que tienen o pueden llegar a tener las infracciones que cometen. Y por eso están evaluando próximamente llevar a los infractores a visitar a los lesionados en accidentes de tránsito en los hospitales.
Quizás, de todas las alternativas, esta sea la más dura de todas. Pero si ayuda a salvar vidas y resguardar la integridad física de las personas -tanto del conductor como de sus posibles víctimas- bienvenida sea.

María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
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