La política del ninguneo

Sábado 5 de septiembre de 2015

Lo que mata es la indiferencia, decían las abuelas. No les des bolilla, ahora dicen los chicos. En el medio, surgió la palabra ningunear, esa acción de permanecer indiferente a lo que hace o deja de hacer el otro. Es lo que dicen soportar desde hace tiempo los ediles de El Soberbio. Por lo expresado por los concejales, el intendente Juan Carlos Pereira se ha convertido en el ninguneador político del caso. Ello, como consecuencia de ignorar de manera constante los múltiples pedidos de informes requeridos desde el Concejo Deliberante local. La falta de información -alegan los ediles- hace imposible ejercer el contralor, una de las funciones encomendadas por los vecinos y que forma parte de la división de poderes. Tras la presentación realizada por uno de los integrantes del Concejo Deliberante, varios concejales analizan con seriedad conformar una comisión investigadora para recabar por sus propios medios la información que aseguran les viene negando el Ejecutivo. El intendente Pereira aseguró a este medio estar tranquilo con su gestión y que nada tiene para ocultar, señalando haber hecho las cosas como corresponde. De ser así, resulta extraño que no rinda cuentas de manera voluntaria, y además según establecen las normas. Ahora queda una semana para ver cómo se resuelve el actual conflicto. En medio de este tironeo, se encuentran los vecinos, a quienes, desde la actual  administración, les habían prometido transparentar la gestión tras la escandalosa salida de Coleco Krysvzuk. Al parecer aún es un tema pendiente de resolver. Sólo es bueno recordar que ante las próximas elecciones, el ninguneo, podría tener un alto costo político (página 5).

Por Antonio Villalba

Editor de Política
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