Ruta turística

Cuando hace diez años el avance en las obras de la ruta costera 2 hacía llegar el asfalto a poblaciones de la costa del Uruguay que lo habían esperado por décadas, los vecinos especulaban entre la ansiedad y el entusiasmo respecto a los beneficios reales que la novedad les traería.
Anunciada como ruta turística, la posibilidad que se abría en la zona para apostar al sector ilusionaba a algunos y generaba controversia entre otros. Los optimistas destacaban la oportunidad de encontrarle la vuelta turística a sus chacras y comercios; los temerosos advertían lo difícil que le resultaría al colono abrirse camino en un sector tan exigente como el turístico, vaticinando que los grandes negocios quedarían en manos de inversores que llegarían de afuera.
Diez años después, la realidad habla por sí sola (Página 7). Los inversores de afuera llegaron. Pero también se abrieron las oportunidades y algunos lugareños lograron aprovecharlas.
Los temores, sin embargo, no fueron infundados: no todos los que lo intentaron lo lograron. Algunos sufrieron el golpe de las reiteradas crecidas del río Uruguay. Otros, inexpertos en el tema, impulsaron sus iniciativas sin suerte. Pero entre los emprendedores que lograron hacer caminar sus proyectos, se encuentran agricultores de la zona que ofrecen cabañas a los visitantes que buscan alojamiento y suman los productos caseros y artesanales a la propuesta gastronómica. Seguramente, podrán contar que no fue fácil. Pero lo están logrando.

Por María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
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