De 500 habitantes al boom de hosterías para casi 600 turistas

Domingo 17 de mayo de 2015
El vice intendente de Carlos Pellegrini, Juan Fraga, no duda en enfatizar que mientras la colonia vivía de la ganadería y especialmente de las plantaciones de arroz por todas las hectáreas que ahora son parte de la Reserva Iberá, “nos estábamos muriendo de hambre y no sólo nosotros, sino que también fuimos testigos de una cadena increíble de muerte entre los animales”.
Tato Fraga es el hermano del intendente, Jorge Daniel Fraga, pero también es el presidente del Concejo Deliberante y es quien tiene presente cómo debieron cambiar en la última década para adaptarse y vivir de y para lo que los rodeó siempre, desde que la colonia empezó a tomar forma como tal, hace 101 años atrás.
Pero nadie olvida que de no haber aparecido la figura de un extraño y multimillonario ecologista norteamericano, nada de todo lo que está pasando ahora hubiera sido posible.
Tato Fraga recuerda: "El uso de agroquímicos en las plantaciones de arroz empezó a matar a los pájaros de diversas especies que comían de esas plantas, luego empezaron a morir los zorros que se alimentaban de los pájaros muertos por doquier y los depredadores de los zorros empezaron a correr con la misma suerte. Además, años atrás, estaba sin control la caza y pesca furtiva, por lo que nuestra fauna realmente estaba no sólo amenazada sino en riesgo real", explicó Tato Fraga a El Territorio.
La aparición del multimillonario (ver página 7) determinó que las arroceras abandonaran las hectáreas ocupadas y esas tierras adquiridas por el ecologista pasaron a ser de reserva. Desde entonces, empezó a gestarse el cambio, el boom impensado.
En 1991, la población de Carlos Pellegrini apenas superaba los 500 y el futuro no ofrecía grandes esperanzas.
Pero todos esos cambios, tras la recuperación de gran parte de los Esteros del Iberá, dejaron a la colonia como uno de los portales de acceso a los pantanos y ahora en el pueblo, donde son alrededor de 800 habitantes, funcionan unas 30 hosterías o posadas y hay cuatro más en construcción.
"En total, hasta ahora hay disponibles 540 camas para los turistas y se estableció por ordenanza y a través de la Cámara de Turismo (creada en 2004), que, en principio, cada una de las posadas no podía tener más de diez habitaciones, pero ahora, como siguió el boom, se redujo a cinco las habitaciones, para que todos tengan la posibilidad de ofrecer sus servicios con sus familias", explicó Tato Fraga.
Pero también se limitó las construcciones. Deben ser todas a dos o cuatro aguas, respetando las galerías y los patios frontales o traseros. También se ordenó que los terrenos se dividan en cuatro partes iguales y cada uno de esos terrenos, valen aproximadamente 800 mil pesos y si están cerca de la Laguna Iberá, el precio ronda los 120 mil dólares.
En el municipio de Pellegrini, el 85 por ciento de la población vive del turismo, en posadas, como guias o alquilando animales para cabalgatas.
El resto trabaja en el municipio, en el centro de salud o en la Policía.