Como un relojito II

Jueves 28 de mayo de 2015

En el 2012 les avisé en esta columna: “¡Qué seguidilla! Otro affaire viene a decirnos que en todo lugar se cuecen habas. No sólo el “Ciccone-gate” o el caso del yerno del rey de España se llevan toda la tinta de los diarios: resulta que ahora el congreso suizo, que se reunirá a mediados de este año, tratará uno de los proyectos de la oposición que consiste en limitar los reglamentos particulares de ciertas instituciones deportivas que tienen allí su sede, respecto de los controles anti corrupción. Suiza, harto conocida en el mundo por el raro y dudoso slogan del secreto bancario, ve erosionada su confiabilidad, en ese sentido, porque precisamente la Fifa, con sede allí impide que se ventilen en la justicia ordinaria sus cuestiones internas. Y resulta ser que en su seno hubo negociados por 120 palos verdes que una vez difundidos, simplemente fueron devueltos por los implicados, como si tal cosa. Ahora el congreso determinará si se darán a conocer los nombres de los funcionarios, entre los que se mencionan a los brasileños Havelange y Teixeira, entre otros; una empresa subsidiaria de Fifa, la que puso la coima, llamada ISL, en quiebra, habría manejado fondos en una cuenta de un banco en el que ¡ay, cuando no! figura nuestro vernáculo Humberto Grondona”. No oiremos, ante un nuevo affaire, los descargos de Teixeira ni Havelange ni Grondona. “Como se ve tampoco faltan en este affaire suizo, (ni el nuevo) empresas fantasmas, grandes telones, fugas y maniobras millonarias que calzan al dedillo con el lavado de dinero. Nada menos que en Suiza. La denuncia que impulsó a la oposición a presentar su proyecto provino de investigaciones de periodistas de la BBC de Londres. Ahora al menos ya confesaron cuatro implicados. Van destapándose ollas en todas partes y cada vez con menos bloqueo de impunidad. No duden, dije antes (y ahora) el caso quedará resuelto en un santiamén: en esas cuestiones la Justicia suiza marcha como un relojito.

Aguara-í