Confundidos sobre la Independencia y la bandera

Jueves 28 de mayo de 2015

Todos conocemos los acontecimientos internacionales históricos y patrióticos que nos llevaron a declarar la independencia el 25 de mayo de 1810. Como toda revolución, produjo un cambio fenomenal en el curso de la historia. Cosa indiscutible. Conformación del primer gobierno patrio. Independencia y rechazo a toda dominación extranjera.
1. El 25 de mayo de 2010 hubieron grandes festejos por el bicentenario de la independencia argentina. El 9 de julio del 2016,

¿la volveremos a conmemorar?
2. No hubieron muchas banderas el 25 de mayo pasado, y las que se veían, algunas no eran argentinas, ¿sabemos todos cuál es la bandera argentina?
Los dos interrogantes siempre me movieron a cierta inquietud sobre nuestra educación ciudadana. En todo aspecto, el histórico, democrático, cívico y comunitario y dentro de este,  las normas básicas de convivencia, urbanidad y educación vial.
Las normas de nada sirven si la población no se muestra interesada por conocerlas. Con la historia sucede lo mismo. No es momento para inculpar al Estado, a la educación o a los ciudadanos, pero sí para reflexionar sobre estos dos interrogantes que plantea el título.
Ahora bien, ¿qué festejamos el 9 de julio? ¿La formalidad de la firma de un acta, que para hacerla “federal”  se hizo en el interior, sin la presencia de varias provincias, entre ellas Misiones, y por designio de Buenos Aires?
Los historiadores muchos años olvidaron el Congreso de 1815 realizado en Entre Ríos, en donde también, con toda formalidad, se firmó el acta de independencia, con la presencia de las provincias libres y federales. ¿Es necesario el doble festejo? La confusión nos quita identidad. Es momento de empezar a olvidar una doble conmemoración y que el 9 de julio quede en la historia como una de las formalidades históricas de un territorio libre y soberano desde 1810. En verdad, deberíamos ir terminando con esta polémica.

Los colores de la bandera
La otra cuestión que nos ocupa son los colores de la bandera argentina: Hay mucho para leer, todo está escrito y registrado desde 1812, año en que Belgrano enarboló por primera vez la enseña celeste y blanca, con polémicas y prohibiciones de uso por parte del triunvirato que gobernaba por aquellos años. Evitando el repaso largo de esas páginas de la historia, los colores de la bandera quedan indiscutibles e inconfundibles por decisión de un gobierno democrático, que dio por finalizada la cuestión. En agosto de 1985 el parlamento argentino promulgó una ley por la que el Sol de Mayo es parte de la bandera Argentina. Es decir que a partir de esa ley, ya no existen dos tipos de banderas, una civil, sin sol, y otra militar, con sol. Entre los años 2002 y 2004, a través de una serie de normas Iram se dejó establecido el diseño y colores de la bandera Argentina, sus colores son el azul cerúleo (azul celeste) para las franjas superior e inferior,  blanco para la central, el amarillo dorado para el sol y el castaño para los detalles oscuros del rostro del sol.
Quedan entonces en forma clara los colores y el diseño de la bandera que todos debemos conocer, de igual manera debemos tener en claro que la bandera sin sol es una bandera, pero no la Argentina.
La confusión última queda clara con la ley del año 1985. No así la primera confusión planteada, cosa que el Estado, los historiadores y nosotros sobre todo, debemos decidir si seguimos conmemorando dos veces nuestra independencia.

Por Miguel Ángel Iturrieta
Abogado