El césped de canchas de fútbol, con más estudio de agrónomos

Sábado 12 de julio de 2014
Protagonista central. | Entre la versión sintética y el cultivo de las mejores especies.

La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires le presentará un proyecto de investigación y clasificación de césped deportivo a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Los investigadores aseguran que su implementación ayudará a evitar lesiones de los jugadores y mejorará el rodamiento y el pique de la pelota. Los especialistas analizan aspectos del suelo como la resistencia y la topografía de las canchas, con el objetivo de generar conocimiento de utilidad directa para quienes deciden sobre el mejoramiento de la calidad de los céspedes.
Sin duda, el fútbol en la Argentina es una pasión compartida entre multitudes. Desde que llegó al país en las últimas décadas del siglo XIX fue adoptado como un deporte nacional y popular. Si bien existen reglas que lo legitiman, aún no hay pautas reglamentarias relacionadas con la calidad del césped de las canchas, elemento central por ser donde se desarrolla el juego.
Desde la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Buenos Aires (Fauba) se genera un proyecto donde se analiza qué parámetros pueden medirse en un césped natural y se fijan rangos de valores para clasificar a las canchas en categorías. Cuando el proyecto esté terminado, será presentado en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para que consideren su inclusión en las habilitaciones que tienen los clubes en la actualidad.

“La idea es que el césped no sea el protagonista en una cancha, sino los jugadores. Queremos lograr que, más allá de las características diferentes de acuerdo a las zonas geográficas, las propiedades de ese césped, como son el pique de la pelota, su rodamiento y la dureza del suelo, sean similares. Y eso sólo puede obtenerse haciendo un buen diagnóstico de cómo es la situación actual en las canchas que se utilizan, y proponer rangos o límites para cada uno de estos parámetros”, aseguró a Argentina Investiga Fabio Solari, ingeniero agrónomo e impulsor del proyecto.
Solari fue convocado por la empresa Greenfutbol para dirigir el Tour Verde Sudáfrica 2010 y recorrer las canchas para conocer las nuevas tecnologías implementadas en césped. En la actualidad, trabaja como profesor a cargo de la cátedra de Topografía de la Fauba y, junto a docentes y alumnos de las carreras de Agronomía, Jardinería y Floricultura, desarrollaron el proyecto para lograr una homogeneidad en el campo de juego.
“Cuando tuve la oportunidad de ir a ver las canchas del Mundial 2010, me contacté con el ingeniero agrónomo Schoeman, de la Universidad de Pretoria, contratado por la Fifa para la supervisión del césped de ese campeonato. Estudié cuáles eran los parámetros que aplicaban y cómo los medían. Entonces, tratamos de adaptarlos y establecerlos para las condiciones argentinas”, afirmó.
La investigación comenzó en 2012 con la elección de 18 canchas, incluyendo las de primera categoría, como la de Racing; de primera B, como la de Ferro; y también las canchas de infantiles y aficionados. Actualmente, realizan las mediciones con aparatos que desarrollaron y trabajan sobre determinaciones respecto del suelo: textura, resistencia, compactación, cobertura vegetal, topografía de cada una de las canchas, velocidad o distancia recorrida de la pelota y altura del pique.
Según los especialistas, la gran amenaza que tiene el césped natural es el césped artificial, que sí está certificado. “Es un gran negocio para la Fifa que todos tengan césped artificial, y la gran ventaja es que, se juegue donde se juegue, la calidad es similar. Si nosotros desde el césped natural podemos obtener esa misma calidad homogénea, no va a haber necesidad de cambiarlo”, dijo Solari. Y agregó: “Lamentablemente, la Fifa no reglamenta el césped natural: cuando habla del césped sólo nombra que debe tener una cobertura total del terreno, una buena infiltración en el suelo y que el riego debe ser eficiente, pero nada dice respecto de los valores de estos parámetros”.
Por su parte, la AFA sigue apostando al césped natural, por razones económicas y porque los jugadores y los técnicos lo prefieren. “Aunque algún club argentino haga su cancha de césped artificial, el deporte en nuestro país seguirá desarrollándose en césped natural”, afirmó. En este sentido, se evidencia el fuerte arraigo a una tradición y a una manera de jugar y ver el fútbol, tanto de los jugadores y los técnicos como de los aficionados.
Para los investigadores, el objetivo principal del proyecto es generar conocimiento de utilidad directa para los que tienen que decidir sobre el mejoramiento de la calidad de los céspedes en canchas de fútbol.


Mantenimiento del césped deportivo, una especialidad creciente
En un predio deportivo con poco uso será más sencillo, pero para mantener en buenas condiciones un predio con mucho pisoteo y bajo presupuesto, hay que tener mucha creatividad.
Debemos cruzar el conocimiento que tengamos con los tiempos biológicos del césped, los tiempos de torneo deportivo, limitaciones al presupuesto, las enfermedades que aparecen insistentemente, exceso de pisoteo; en fin, pueden surgir muchas dificultades que exceden la mirada agronómica. Y que exigen conocer variables que puedan adelantarse a los efectos caóticos del césped estresado. Porque ante tanta competencia laboral, los errores son definitivos para mantener nuestro trabajo.
En los años de experiencia en canchas deportivas aprendí a mirar y advertir problemas para poder prevenir. Recorriendo las canchas semanalmente, pude observar los excesos de agua, o la sequía, la disminución de crecimiento y distintas expresiones que daban síntomas semejantes o asociados. El exceso de agua, dependiendo del tiempo que perdure sobre la carpeta, permitirá inferir que habrá mortalidad de plantas y algunas fungosis, además de mostrar un suelo con dificultades de compactación y/o mal drenaje. Si esta problemática se reitera frecuentemente, tendremos áreas de la cancha sin césped, difíciles de recuperar. De igual manera, en una época en la que se intensifiquen los partidos, la cancha se pisoteará mucho, y se deberá aportar potasio para dar a las plantas resistencia al estrés, además de realizar una resiembra si fuera posible y una aireación para que el césped esté menos estresado para tolerar mejor el pisoteo especifico. La cobertura cespitosa, por ejemplo, incide fuertemente en las lesiones. Una cobertura tupida hará el efecto de colchón, protegiendo las articulaciones de los jugadores. Asimismo, una cancha dura, por falta de humedad o compactación, también provocará lesiones en los jugadores.