Náufrago genovés XI

Jueves 29 de enero de 2015
Pasó sin pena ni gloria el 12 de octubre... y el pescado sin vender. Nada cambió en el ajedrez de los monumentos: ni se fue Colón ni llegó Juana de Azurduy. Las fechas de sendas inauguraciones - vinculadas a los vaivenes de otros tifones vernáculos más relevantes - se dilataron y arrastran hasta el 2016 la jugada. Cómo están las cosas: el escultor y taxidermista Domingo Tellechea se ocupa de la estatua de Cristóbal desde 2013 que yace en una carpa en la misma plaza, situada al lado del nuevo pedestal donde ubicarán a Juana. En cuanto al traslado, el subsecretario de Derechos Humanos porteño, Claudio Avruj, adelantó que no se concretará hasta que la Sala V de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal deje definitivamente sin efecto el amparo por inconstitucionalidad presentado por las asociaciones (que se oponen) Basta de Demoler y el Círculo Italiano. Hasta febrero no habrá novedades, recién en marzo se podrán iniciar las primeras tareas de traslado. El gobierno nacional ya comenzó con la obra civil en la Costanera Norte, y quedó dicho en columnas anteriores: los trabajos de emplazamiento requieren un sistema de pilotes con una losa que soporte las 600 toneladas de mármol. El monumento a Juana Azurduy, del escultor Andrés Zerneri, ya está terminado desde hace tiempo y queda a disposición de los mandatarios que le encuentren la mejor fecha de inauguración. Para Zerneri debería ser el 12 de julio, Día de la Confraternidad Argentino-Boliviana y cumpleaños de Azurduy. Según la empresa que lleva el control de las tareas edilicias, en cuanto tengan la aprobación para retirar las piezas de la estatua de Colón, se comenzará a trasladar la obra nueva que hoy está en un galpón en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex Esma). Tendrá nueve metros de altura, con el pedestal alcanzará los 15 metros y se mudará a la plaza Colón en diferentes piezas aunque se espera que cuando esto sea realidad ya no ande estorbando el náufrago genovés.

Aguará-í