Malabarismos para conseguir alguna señal en la colonia

Domingo 24 de mayo de 2015
Subirse a un tacurú o a un árbol para usar el celular. | Foto: Luciano Ferreyra

A Juan Armoa, cuadrillero de yerba con una trayectoria de más de 30 años, se le amontonan las anécdotas a la hora de enumerar los problemas que tuvo y tiene para comunicarse por celular cuando están de campamento en algún yerbal de la zona Centro.
“En una chacra de Resinguero, municipio de Florentino Ameghino, tengo que caminar unos 500 metros hasta un hormiguero tacurú y me paro arriba para conseguir la señal de Personal. Pero por lo menos hay señal”, graficó Armoa, al tiempo que agregó: “Y es común que la gurisada más nueva se trepen en los árboles para poder mandar un mensaje”.
Pero no siempre son historias de tinte risueño, ni mucho menos. En diálogo con El Territorio, rememoró un hecho que casi terminó en tragedia por la imposibilidad de comunicación vía telefónica.

“Tenía una cuadrilla trabajando en una chacra alejada en Colonia Guaraní y a unos de los muchachos, que es mi sobrino, le picó una víbora. Ahí no había señal para avisarme que les busque, no había vehículo y estaban a ocho kilómetros del vecino más cercano. Entre los compañeros le alzaron y le llevaron a pie hasta lo del vecino, pero cuando llegaron no estaba ni había señal. Entonces caminaron cinco kilómetros más hasta la ruta, hicieron dedo y un colono les acercó al hospital. Los médicos dijeron que si tardaban una hora más hubiera sido tarde, porque el veneno llegaba al corazón”, recordó Armoa. 
Las limitaciones en la prestación de los servicios de telefonía celular afectan a los municipios, comisarías y escuelas de las colonias, donde a diario deben aguzar el ingenio para conseguir alguna línea de señal.
En el casco céntrico de Los Helechos, a tan sólo doce kilómetros del centro de Oberá, los vecinos encuentran un resquicio en un sector elevado lindero al edificio municipal, donde es habitual ver a funcionarios lidiar con sus llamadas.
De todas formas, la comuna dispone de teléfono fijo para salvar las cuestiones administrativas diarias, lo que no ocurre en la comisaría local, a donde nunca llegó la línea y dependen en exclusiva de los celulares del personal.
“Hace varios años que venimos pidiendo una línea fija porque la señal de celular es muy mala y cuesta comunicarse. Nos pasó casos en los que la gente tuvo que caminar varios kilómetros hasta la comisaría para a avisarnos de un hecho. Y depende el caso, por ahí puede ser tarde”, indicó un suboficial que cumple funciones en Los Helechos.

Lugares marcadosEn las recorridas de El Territorio por las chacras misioneras siempre se observa lo que trae aparejada la constante búsqueda de señales de telefonía móvil para comunicarse.
Aquello que parece el efecto de la erosión del agua o el viento en la chacra finalmente resulta el lugar donde el productor se para usualmente para lograr una llamada.
Caminar hasta la tranquera o entrada de una estancia o llegar hasta una zona más alta para poder comunicarse también es parte del panorama.
En cierta ocasión, en una chacra emplazada en Puerto Rosario, el teléfono celular de un peón yacía sobre unos postes de madera bastante altos y al sol.
¿Se mojó el celular?, fue la pregunta del periodista al ver dicha postal. "No mi amigo", dijo el peón. "Ese es el único lugar en toda la chacra donde recibimos señal de telefono y podemos hacer o recibir llamadas", agregó. En la chacra, las cosas son así pero no deberían.


Por Daniel Villamea
danievilla@yahoo.com.ar