Elevadas ventajas del oficialismo en las elecciones a gobernador

Domingo 20 de enero de 2013
Aunque por estos días resulte difícil rastrear los pasos de los dirigentes, todo buen político jamás debe descansar totalmente. La temporada de verano suele servir para analizar estrategias o profundizar algunos conocimientos. Es oportuno entonces conocer un estudio difundido por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) que evidencia que en las elecciones de gobernador en todo el país, los oficialismos tienen una ventaja sistemática sobre la oposición.
Desde 1987, los oficialismos provinciales obtuvieron en promedio entre un 7 y un 18 por ciento más de votos que los partidos de oposición. El Partido Justicialista (PJ) es la fuerza que más rédito obtuvo: cuando fue Gobierno consiguió en promedio un 14 por ciento más de votos y una probabilidad de victoria un 33% mayor. A su vez, aseguran que los límites a la reelección moderan las ventajas de los oficialismos.
 “El último ciclo electoral muestra los márgenes de victoria más amplios desde 1983, lo que revela que las elecciones a gobernador son cada vez menos competitivas”, indicó Julia Pomares, directora del Programa de Política y Gestión de Gobierno del Cippec. Así, entre 1987 y 2011 la proporción de victorias oficialistas nunca bajó del 70 por ciento y, en 2011, alcanzó su punto máximo con un 91 por ciento.

En todo el país
En 7 de los 24 distritos argentinos no hay alternancia desde 1983 (Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Neuquén, San Luis y Santa Cruz).
Desde 1983, 58 gobernadores se postularon para ser reelegidos y solo siete no lo consiguieron. En 2011, los oficialismos ganaron en 20 de los 22 distritos que eligieron gobernador.
Aunque en todos los distritos los oficialismos corren con ventaja, la magnitud de la ventaja oficialista varía notablemente entre las provincias. En Formosa, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero, Neuquén y La Rioja la probabilidad de victoria del oficialismo es del 100 por ciento.
En Santa Fe, Buenos Aires, Jujuy, Córdoba, Catamarca, San Juan y Río Negro la probabilidad de victoria es considerablemente más alta para los candidatos del partido gobernante, pero la diferencia de votos indica que la oposición logra acumular una cantidad de votos importante en las urnas.
Por su parte, Chaco, Entre Ríos, San Juan, Salta y Tucumán consolidaron recientemente una profunda ventaja oficialista y, a partir de 2003, la brecha entre oficialismo y oposición se agrandó hasta rondar el 50% de los votos.
Según Pomares, cuando la oposición está tan debilitada que no constituye una alternativa real, las elecciones dejan de funcionar como una instancia de rendición de cuentas.
Si el oficialismo no tiene chances de perder, tampoco tiene incentivos para tener en cuenta las demandas del electorado.
Los datos sugieren que la UCR, en cambio, no logra capitalizar electoralmente el hecho de ser Gobierno.

Las elecciones
Desde el restablecimiento de la democracia en 1983, se celebraron en nuestro país 187 elecciones a gobernador. Los resultados electorales muestran un claro predominio del Partido Justicialista, que ganó en 118 oportunidades y obtuvo el 63 por ciento de los mandatos ejecutivos.
En un distante segundo puesto aparece la UCR: contabilizando el período de la alianza con el Frepaso, ganó 42 elecciones que le dieron el control del 22 por ciento de los gobiernos provinciales.
Por su parte, los partidos de base provincial jugaron un rol importante en las elecciones ejecutivas de sus respectivos distritos y gobernaron en 22 oportunidades.
Por último, durante los últimos ocho años, un pequeño grupo departidos de ambiciones nacionales accedieron a ejecutivos provinciales y revalidaron su gestión con una reelección: el PRO en la Ciudad de Buenos Aires, ARI en Tierra del Fuego y el Socialismo en Santa Fe.
Desde una perspectiva histórica, se observa un crecimiento del peso provincial del justicialismo que en 1983 ganó las elecciones en doce de veintidós provincias (55 % de los distritos) y, actualmente, controla diecisiete de las veinticuatro gobernaciones (71por ciento de las provincias). La UCR, por su parte, llegó a controlar nueve gobernaciones durante el período de la Alianza, pero comenzó a perder terreno a partir de 2003.
El retroceso del histórico rival del PJ fue tal que en las elecciones de 2011 no obtuvo ninguna gobernación y hoy sólo gobierna en Santiago del Estero.


El caso de Misiones
Misiones, según el estudio, también exhibe rasgos peculiares: luego de una historia relativamente bipartidista, facciones de la UCR y el PJ se aliaron, recuerda la investigación. De esta manera dan cuenta de la presencia de la Renovación en el escenario político provincial.
También mencionan que en el caso de las provincias argentinas, en 1983 ninguno de los 22 distritos admitía la reelección inmediata. Desde entonces, prácticamente todas las provincias introdujeron reformas que relajan ese límite, para admitir una o dos reelecciones consecutivas o la reelección indefinida.
Sólo Mendoza y Santa Fe se resistieron a la tentación reformista.
Así plantea el Cippec, una organización independiente, apartidaria y sin fines de lucro que trabaja por un estado justo, democrático y eficiente que mejore la calidad de vida de las personas. Con esa finalidad, concentra sus esfuerzos en analizar y promover políticas públicas que fomenten la equidad y el crecimiento en la Argentina.
Su desafío es traducir en acciones concretas las mejores ideas que surjan en las áreas de desarrollo social, desarrollo económico, instituciones y gestión pública.