Entre hélices y raquetas

Lunes 5 de octubre de 2015
Hoy y mañana serán días especiales para dos tenistas de fama mundial; el suizo Stanislas Wawrinka y la estadounidense Serena Williams, coincidentemente de las mismas iniciales: Stan ganó este año su primer Roland Garros al derrotar al serbio Djokovich, y Serena lo hizo por tercera vez al ganarle a la checa Safarova. Es que justamente Roland Garros nació el 6 de octubre (1888) en Saint Denis, Francia. Fue (además de tenista) un pionero de la aviación francesa que pasó a la posteridad por haber efectuado en setiembre de 1913 la primera travesía a través del Mediterraneo. Lo hizo en menos de seis horas piloteando su frágil Morane Saulmier, había despegado del suelo francés en Frejus y aterrizó en Bizerta, hoy Túnez; en el trayecto su Morane Saulmer sufrió una avería en el motor a la altura de Córcega por lo que llegó a destino con la reserva del combustible. Durante la Primera Guerra Mundial Roland Garros fue piloto militar y obtuvo cuatro victorias. Había creado un singular sistema para disparar las ametralladoras a través del paso de la hélice frontal del avión, aunque no implicaba todavía el sincronismo de los cazas modernos; simplemente las palas se recubrían con una placa metálica que las blindaba. Cuando fue derribado por los alemanes (abril de 1915) cayó prisionero sin poder destruir su avión. Así, su sistema secreto fue inmediatamente estudiado y mejorado por Anthony Fokker (apellido famoso en la aviación) quien decidió, entonces sí, sincronizar las ráfagas con el paso de las palas de la hélice. Y si bien Roland Garros logró escapar esa vez, no tuvo poco después sino la suerte asignada a todo piloto en la contienda, y murió en combate aéreo en, casualmente un 5 de octubre, en Francia a los 30 años. Habiendo sido tenista amateur en sus ratos libres tuvo el honor, póstumo, de que con su nombre se bautizara al estadio parisino y al mayor torneo de tenis que se celebra cada año en París, ganados, como quedó dicho, por los dos SW.