Ante la falta de contención familiar, la escuela se volvió una caja de resonancia de los problemas que habitualmente pasaban en la casa.
En San Antonio docentes de la escuela 844 de Villa Alta están alarmados por la aparición de cigarrillos de marihuana en los baños de la institución (ver página 7). Mientras que en Puerto Esperanza los maestros solicitaron ayuda a las autoridades de la Policía y el Foro de Seguridad para trabajar los problemas de conducta que muestran los alumnos de distintas escuelas (ver página 9).
Sin duda que la ayuda de profesionales será fundamental para tratar los problemas de adicción y de conducta, pero uno de los pilares fundamentales será la participación de los padres en la toma de decisiones para salir adelante y mantener el vínculo familia-escuela.