Bebida nacional

Martes 26 de mayo de 2015
Dos décadas atrás, sobre la hora de cierre, en la sala de redacción de El Territorio se formaba una inconfundible nube de humo de cigarrillo. Las marcas de nicotina podían verse en algunos de los escritorios y eran más los periodistas que fumaban que los que no lo hacían. Hoy, esta escena resulta impensada, tras las sucesivas regulaciones que prohibieron fumar en lugares cerrados por sus efectos cancerígenos.
Las ventas de los refrescos azucarados que produce Coca Cola siguen cayendo en los Estados Unidos, según los datos que difundió la empresa meses atrás. ¿Quién hubiera anticipado este escenario hace algunas décadas? Algunos analistas explican la caída por un cambio en los hábitos que también se siente en estas geografías, ante los consejos que desalientan el consumo de azúcar. Es en este contexto de fuerte vinculación entre advertencias sanitarias e impacto en el consumo, que referentes científicos de varios países materos reaccionaron contra la advertencia que la Organización Mundial de la Salud hizo respecto al consumo de mate caliente como potencialmente cacerígeno (Página 11).
El tema no es nuevo, pero fue reflotado a raíz de la inclusión del glifosato entre las sustancias potencialmente cancerígenas. El tema no agarró por sorpresa a los investigadores que en los últimos años desarrollaron más de cien estudios que, por el contrario, han demostrado los beneficios de consumir yerba mate. Con eso, están armando una carpetita para exigir que se libere de falsas acusaciones a la noble yerba mate.

Por María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
mfierro@elterritorio.com.ar