Gendarmería y Policía investigan cómo obtuvo la granada el alumno

Domingo 18 de septiembre de 2011
Granada fkm2. | Explosivo y detonador.

Efectivos de la Policía y la Gendarmería, se informó, se encuentran investigando cómo llegó la granada hasta las manos del alumno de 15 años de la Epet 26, quien es hijo de un gendarme en actividad, aunque la fuerza hace muchos años que sacó de circulación este tipo de municiones.
Según precisaron ayer, la pericia de Gendarmería determinó que el explosivo estaba cargado, pero que al no tener el detonador es prácticamente imposible hacer explotar su carga.

 

Revuelo en la escuela
Todo comenzó cerca de las 11 del viernes, cuando la secretaria de la Escuela Técnica nº 26 del barrio Hospital, Marta Atamañuk (36), se enteró por medio de alumnos que un joven de segundo año tenía una granada en su poder.

La mujer hizo la denuncia en la Policía y la Justicia en turno ordenó que se desaloje el aula y tras una requisa exhaustiva hallaron el explosivo de color verde, de metal y con los seguros en su lugar, en los compartimientos de una mesa del aula.
Poco después un joven de 15 años dijo que era suya la granada, que la trajo de la casa y que era “de juguete”.
Pero los efectivos sabían que era real y por eso hicieron entrega del dispositivo al Escuadrón XII de Gendarmería Nacional.

 

La pericia
Lo primero que realizó la Gendarmería Nacional fue determinar el estado de la granada y si la misma estaba en condiciones de explotar.
Tras el análisis determinaron que se trata de una Fmk2 que no tenía no tren de fuego ni podía estallar, ya que está desarmada.
Los peritos aclararon que es una granada de poder relativo y que si bien contenía en su interior la sustancia “trinitrotolueno”, conocida como TNT, la que al reventar convierte en esquirlas el metal de la granada, el corazón de la misma es el explosivo detonador o tren de fuego. Es por ello que aseguran que por más que la misma se golpee, se queme o se hierva, es prácticamente imposible que se detone la carga.

 

Granadas fuera de circulación
Una de las teorías es que el muchacho sacó a su padre la granada, ya que el mismo es un gendarme de 48 años que se desempeña en el Escuadrón de Irigoyen.
En cambio, ayer aseguraron desde la Gendarmería que el personal actualmente no tiene granadas de este tipo y que inclusive hace muchos años se sacó de circulación este armamento.
Hace muchos años, las granadas se almacenaban desarmadas. Por un lado estaban los cuerpos con el TNT como el que tenía el adolescente y, en un lugar llamado “Polvorines”,  los trenes de fuego. Es más, tanto la granada como el tren de fuego tienen vencimiento y es posible que ésta esté vencida.

 

La investigación
Ahora, la Policía y más aún la Gendarmería pretenden saber cómo llegó un explosivo de estos a las manos del adolescente y más aún si tiene alguna vinculación con el gendarme, que no estaría autorizado a tener una fmk2.
Según dijeron, la Justicia Penal será quien tome declaración al padre del menor sobre el tema y después lo hará la Gendarmería para realizar el sumario interno.
De todas maneras, como no había posibilidades de que la granada se detonara ni hubo heridos, sino que sólo generó un gran susto en un colegio, las fuerzas aguardan el avance de la pesquisa para realizar su propia investigación y hasta ahora no hubo sanciones.
La Policía notificó a los padres la causa por “tenencia ilegal de explosivos” y el Juzgado Correccional y de Menores pidió un informe de concepto que será adjuntado al expediente del caso.

 

 

El explosivo que contiene la granada

Las granadas fmk2 contienen trinitrotolueno (TNT) o 2,4,6-trinitro-1-metilbenceno (notación Iupac), que es un hidrocarburo aromático cristalino de color amarillo pálido que se funde a 81 °C.
En su forma refinada, el trinitrotolueno es bastante estable y, a diferencia de la nitroglicerina, es relativamente insensible a la fricción, a los golpes o a la agitación. Explota cuando un objeto de 2 kilos de masa cae sobre él desde 35 centímetros de altura (es decir, 2 kilos a una velocidad de 2,62 metros por segundo, o una fuerza de 19,6 Newtons, o una energía de 6,86 Julios). Su temperatura de explosión, cuando es anhídrido, es de 470 °C.
Esto significa que para hacerla estallar se debe utilizar un detonador, que sería el tren de fuego.