Malvinas: “Si la solución no viene vía política sólo queda la guerra”

Lunes 13 de febrero de 2012

El diputado kirchnerista José María Díaz Bancalari replicó ayer a la Iglesia Católica que el Gobierno no “aprovecha en forma espuria” el conflicto diplomático con Gran Bretaña por la soberanía de islas Malvinas, luego de que el Episcopado advirtiera que el manejo del tema debe ser “una cuestión de Estado y no sólo del Gobierno”.
Además, el legislador advirtió que la resolución de este tipo de asuntos, “si no es políticamente”, sólo tiene la vía de la “guerra” y alertó que “es un anhelo de todos los argentinos volver en paz a tener” el archipiélago.
Para Díaz Bancalari: “Nadie aprovecha en forma espuria una política de esta naturaleza, que es una política de Estado”,

En el mismo sentido, se pronunció el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, quien ratificó ayer que el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas “es parte de una política de Estado”, y afirmó que “es imposible pensarlo de otro modo”.
Y agregó: “La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inició acciones diplomáticas ante las Naciones Unidas para la desmilitarización del Atlántico Sur con la presencia de todos los sectores políticos, económicos, sociales y partidos que componen el arco político argentino, marcando claramente que no se trata de una estrategia de utilización política de la causa Malvinas, sino de un reclamo genuino de toda la sociedad”.
Ambos funcionarios salieron al cruce de la Iglesia, luego de que el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, había advertido: “Esta es una cuestión de Estado y no sólo del Gobierno. Nadie, ni el oficialismo ni la oposición, debería aprovecharse de esta situación tan delicada, que hace al futuro de todos los argentinos”.
Pero, “si no es políticamente, es por la guerra. ¿Cómo se va a resolver?”, retrucó ayer Díaz Bancalari, quien fue sometido a una golpiza por hombres que se identificaron como excombatientes de Malvinas el martes frente a la Casa de Gobierno.
El legislador, en medio de su réplica de ayer a Arancedo, argumentó que, “en algún momento, la política tiene que volver a ser el instrumento pacífico de transformación social y del logro de objetivos de distintas naciones”.
“El día en que se me agredió, estaba (en la Casa Rosada) la mayoría de los partidos políticos porque la posibilidad de que podamos volver en paz a tener nuestro territorio es un anhelo de todos los argentinos”, argumentó.
Adujo que “existen en el Congreso de la Nación dos comisiones de Relaciones Exteriores, donde todos los temas se debaten y en las que están integrados todos los partidos”.  En diálogo con radio El Mundo, dijo que “las comisiones de Relaciones de Exteriores de Diputados y Senadores, el 24 de febrero próximo, sesionarán en Tierra del Fuego y, ahí, estarán todos los partidos”.
Por su parte, el presidente de la Pastoral Social de la Iglesia, Jorge Lozano, destacó ayer la decisión del gobierno nacional de denunciar ante la ONU la “creciente militarización” del Atlántico sur y “la búsqueda del diálogo” a través de la diplomacia.
Así, el obispo de Gualeguaychú respaldó la postura de Arancedo, quien dijo a DyN que era “correcto tanto el justo reclamo de soberanía como el camino diplomático elegido”.

 

 

Cuba y Chile salieron en defensa del país

El ex presidente de Cuba, Fidel Castro, renovó su respaldo al reclamo de soberanía argentina en las islas Malvinas al señalar que a Gran Bretaña “no le queda más remedio que negociar e irse" de la zona, dijo.  Mientras que el canciller chileno, Alfredo Moreno, aseguró que Argentina “nunca ha propuesto un bloqueo económico” a las Islas Malvinas, ni ha cuestionado los vuelos de la aerolínea Lan entre Chile y el archipiélago cuya soberanía disputan Buenos Aires y Londres. Según Castro, “es tan descarado lo que han hecho: hasta mandaron un barquito, un destructor, un helicóptero con un príncipe que es piloto”. Fue en el marco de una reunión con intelectuales en la Feria del Libro de La Habana. Incluso, el Premio Nobel de la Paz 1981 Adolfo Pérez Esquivel señaló que el dirigente cubano dijo durante la reunión que el primer ministro británico “David Cameron le ha hecho un gran favor a toda América con sus actitudes. A los ingleses no les queda más que negociar para luego irse”. Pérez Esquivel, quien participó el viernes del “Encuentro de intelectuales por la paz y la preservación del medio ambiente”, destacó en un comunicado las declaraciones de Castro cuando remarcó que “se pusieron muy nerviosos cuando no pudieron embarcar en Uruguay”. El caudillo de la revolución cubana también señaló que los ingleses “no tienen nada que hacer ahí. Irse es lo único que les queda”. Castro, según lo publicado ayer por el diario Juventud Rebelde y agencias internacionales, aludió también al apoyo que durante la guerra recibió Gran Bretaña por parte del dictador chileno Augusto Pinochet. En ese sentido, el exmandatario cubano señaló: “Ya no está ahí Pinochet”, a quien señaló porque “ayudó” a Gran Bretaña en “su última guerra contra Argentina”.