La oportunidad es ahora

Mis queridos vecinos, mis queridos viejos, su familia, su entorno: Según Carlos G. Valles, sacerdote jesuita… Érase una vez…
Se cuenta que Alejandro Magno se encontró con Diógenes que tomaba sol tranquilo, medio desnudo a la orilla de un río.
Alejandro había tenido como tutor al mismo Aristóteles y respetaba y secretamente envidiaba la sabiduría y había oído de Diógenes el filósofo y aprovechó la ocasión para hablar con él; mientras le esperaba su tropa y al despedirse de su breve charla le dijo “me marcho, pues he de continuar con mis hazañas para la Historia, pero desde ahora, ruego a los cielos que en la otra vida que me toque la reencarnación no sea yo Alejandro sino Diógenes.

Diógenes contestó: “¿Por qué esperar para ello, tu próxima encarnación? Puedes serlo desde ahora si así lo deseas. El río es amplio y el sol no escatima sus rayos. Hay sitio de sobra para otro tonel”, y volvía a tumbarse al sol mientras Alejandro montaba su caballo.
Creemos que siempre habrá otra oportunidad y es muy cómodo creer que queda tiempo para hacerlo más adelante.
Lo malo es que la oportunidad no llega, ya pasó, ya fue.

Animal de dilaciones
El hombre es el animal de las dilaciones: difiere, aplaza, posterga. Los demás animales actúan al momento, reaccionan al instante. Andan cuando quieren andar y descansan cuando quieren descansar. Viven al día, viven al momento en el mejor sentido de la expresión.
Hombres y mujeres, al contrario, sus deberes y obligaciones las cumplen a medias. Indiferencia, incompetencia, negligencia, impericia, y no miden el daño que se causan a sí mismos, su familia, su entorno, la comunidad.
Ignoran al doctor E. Finochieto, dignísimo médico argentino que dijo: “Cumple con su deber quien realiza las cosas más allá de sus obligaciones”.
Entramos en un tiempo político preelectoral, y recordemos para los unos y los otros que la manipulación es una violación abierta y descarada de la libertad.
Felizmente todas y cada una de las corrientes y partidos políticos tienen militantes inteligentes, capaces, responsables, visionarios, experimentados, pero como me dijo en una oportunidad don Aparicio Almeida, ¡¡¡¡también existen arribistas y oportunistas que quieren caranchear!!!!
La crítica y la oposición son buenas, criteriosas y positivas cuando se acompañan de propuestas realistas y factibles, que de acuerdo a la oportunidad y factibilidad puedan ponerse en práctica.
Tenemos legislación de avanzada en materia gerontológica pero debe ser instrumentada para que haya más control, supervisión y evaluación. Y maximizar y optimizar lo bueno y ofrecer ayuda a lo que no funciona o se hace mal. Previniendo futuras contingencias y daños a “nuestros queridos viejos” que cada vez lo digo y repito permanentemente, la tendencia es que van en aumento y tienen derecho a un envejecimiento tratado con dignidad.

Propuestas y candidatos
Sigo tratando de retomar contacto y ponerme a su disposición de los futuros candidatos a cargos representativos y devolverle a mi comunidad toda la experiencia que he ido acumulando gracias a ellos.
Tenemos le ley provincial 3920 “Derechos de la ancianidad”, tutoría de la señora Petty Garayo con su decreto reglamentario respectivo, y en cada uno de los municipios de la provincia debe crearse el Consejo de Adultos Mayores, La ley fue sancionada en el año 2005 y hasta la actualidad se han creado menos de diez consejos.
Personalmente y con la colaboración correspondiente, en tres oportunidades se entregó a cada municipio la documentación.

¿Qué está pasando?
¿Tomaron conciencia sus intendentes de que cada vez aumenta el número de nuestros queridos viejos en su área de influencia?

Gente capacitada
Si no saben cómo hacerlo, pregunten. Hay gente capacitada para ayudar: primero designar un responsable en el municipio para que se ocupe de lo que necesite en qué hacer y cómo hacer (un referente); con posterioridad la creación del nodo gerontológico; luego el consejo asesor y consultor de adultos mayores; y finalmente la creación y puesta en función del Consejo de Adultos Mayores.
La Ley XIX Nº 41  presentada por Sandra Giménez, referente al funcionamiento de los ancianatos (geriátricos), la cual presenta reglamentación y resolución ministerial, de los 44 registrados en la Dirección de Gerontología, solamente están habilitados 7; hay 3 en proceso de habilitación, uno se cerró por presentar demanda penal, y por lo menos 10 no reúnen las condiciones edilicias ni tienen el personal mínimo necesario.
Desde fines del 2012 se ha solicitado al Ministerio de Desarrollo Social la creación y puesta en marcha de la Comisión Fiscalizadora.
Los familiares deben saber y compartir la responsabilidad de las condiciones infrahumanas de viejos internados, en algunos establecimientos.
La Ley Provincial de Información del Adulto Mayor del 2008 de Gloria Delgado aún no está reglamentada. Personalmente en entrevista con el doctor Closs le mostré lo que debería hacerse, por qué hacer y cómo hacer.
Ese proyecto fue ponderado en un Congreso Internacional y uno nacional que se llama Unidad Gerontológica Referencial, con su programa médico, programa de uso, programa arquitectónico, y se me manifestó su interés y dio las directivas para ser tenidas en cuenta a la Dirección de Arquitectura de la Provincia, ingeniero Omar Rodríguez, elevado por expediente nº 617 con fecha del 20/07/2007. 4500 m2 de superficie a $ 2400 el  m2 con un costo total de $10.750.000.

Mal asesorados
Estoy preocupado porque se pretende hacer lo que no se debe hacer, porque fueron mal asesorados. Me han hablado de una reunión que no se concreta y es lindo disentir y consensuar porque de un error puede salir un acierto.
A través del Ministerio de Desarrollo Social se ha capacitado a mucha gente, falta saber a cuántos, qué títulos obtuvieron y si están trabajando y dónde (sumamos, no confrontamos). En el Ministerio de Salud Pública, el Departamento de Enfermería capacitó y adiestró a 40 y se desarrollaron las clases en la ex unidad geriátrica, actualmente Hospital Monoclínico de Geriatría.
Adelante siempre adelante, tiende la mano, ayuda a tu prójimo que nos necesita.
El viejo Miérez

Por José Miérez
Médico gerontólogo