Un lugar privilegiado para la industria

Domingo 19 de abril de 2015
Antes del by pass de la ruta 12 que une El Arco con la Garita, desde la planta de El Territorio se veía todo el tráfico que viajaba por esa ruta hacia Posadas o camino al nordeste, las Cataratas y Brasil. Entre la gran variedad de camiones argentinos y brasileños, venían caravanas bien organizadas de mosquitos... El Mosquito se llamaba en la época de la Káiser y luego la IKA, la empresa de transporte que llevaba los autos cero-kilómetro desde la fábrica de Córdoba hacia los lugares de venta. Por eso, los más grandes llamamos mosquito a estos camiones mágicos que apilan autos hasta en el último milímetro de su estructura y trajinan las rutas de todo el país.
Estos mosquitos que pasaban frente al diario llevaban -y deben seguir llevando- coches marca Renault, fabricados en Córdoba, hacia el gran mercado brasileño. Y volvían a pasar por Misiones con autos fabricados en Brasil a ser vendidos en el mercado argentino y chileno. La incógnita que todavía tengo de aquella época es por qué los mosquitos ocupaban a esta altura del viaje la ruta 12 y no la 14 para unir Córdoba con Iguazú, pero alguna razón tendrían y hoy me sirve para evocar la otra pregunta que me hacía en aquellos días anteriores al by pass: ¿Por qué esas fábricas no están en Eldorado o en Posadas, mucho más cerca de los grandes centros de consumo del sur de Brasil y casi igual de lejos de los de la Argentina que Córdoba? Los cinco estados del sur de Brasil (de los que tres limitan con Misiones) representan dos argentinas enteras y, para colmo, son, lejos, los más ricos de nuestro gigante vecino.
La Fiat y la Renault de Córdoba conviven en la Argentina con las terminales de Toyota (Zárate), Honda (Campana), Ford (Pacheco), General Motors (Rosario), Volskwagen y Peugeot (Gran Buenos Aires). No importa si me olvido de alguna y para mis propósitos podrían incluirse fábricas de maquinaria agrícola, zapatillas o colchones. Tampoco importa si estas fábricas son sólo armadoras de vehículos o producen modelos con insumos nacionales o importados. Hoy el mercado de automóviles está globalizado y ni sabemos dónde se armó o se fabricó el propio auto, ni de dónde proviene cada una de sus partes; basta con echarle una hojeada al manual de su vehículo para constatarlo.
Las nuevas fábricas de autos de la Argentina se han situado a orillas del Paraná. En Zárate, cerquita de la Toyota y de la Honda, está el puerto de automóviles más importante del país, que se lleva las Hilux y los City, que han cambiado ahora por los HR-V (esta semana la presidenta estuvo en la planta de Honda para anunciar ese lanzamiento). Allí, en el puerto de Zárate, recala el barco que trae todos los años a los participantes en el Dakar.
Bastaría dejar a la deriva una cáscara de nuez en la costanera de Posadas, Candelaria, San Ignacio, Corpus, Puerto Rico, Montecarlo, Eldorado… para llegar en unos días hasta Zárate por el Paraná. La represa de Yacyertá tiene una exclusa suficiente y subutilizada, donde cabe lo que pongamos. Sólo hay que mantener con buen calado la hidrovía para que el Paraná sea la solución al transporte hacia el mundo de cualquier producto que se fabrique en sus orillas. Pero nuestro mercado más importante está mucho más cerca que la larga vuelta por el Río de la Plata, a muy pocos kilómetros por carretera, y quién le dice si un día construyen las exclusas que se olvidaron en Itaipú y podemos llegar navegando hasta San Pablo…
La energía barata producida por nuestras represas, un buen régimen impositivo y las asimetrías ocasionales del tipo de cambio traerían a la provincia gran parte de la industria que provee al mercado brasileño: alimentos, indumentaria, muebles, máquinas y herramientas, vehículos…
Este también puede ser parte de un plan para el futuro de la provincia, que todos queremos que sea venturoso.

Por Gonzalo Peltzer
Director El Territorio