El caso Checho y las 600 tumbas sin identificación

Domingo 15 de febrero de 2015

El cementerio de esta localidad ubicada a unos 200 kilómetros de la capital de la provincia y enclavada en el acceso al Alto Uruguay, con entrada desde la ruta nacional 14, está ubicado, precisamente, a pocos metros de ingresar a la ciudad que crece paulatinamente y en armonía.
Pero esa armonía supo romperse hace casi tres años, cuando una mujer empezó a visitar el nicho o panteón de su difunto esposo. Corría el año 2012 cuando la pequeña localidad misionera empezó a ser noticia en casi todos los medios periodísticos de la provincia y el país.

Música y gritos en San Lázaro
A mediados del mes de junio de 2012, familiares de difuntos del cementerio de esta localidad, denunciaron en la comisaría local que de un nicho o panteón "salía música bailantera a un alto volumen que alteraba la paz del lugar".
Pronto se sabría que la mujer, Adriana Villarreal, de 43 años, con residencia en la provincia de Buenos Aires, hacía ya dos años que viajaba con asiduidad a Dos de Mayo, para visitar el lugar de descanso de su ex pareja, Sergio Reneé "Checho" Yede, de 28 años, que al parecer murió en confusas circunstancias.
Según el por entonces comisario Gustavo Braganza, la mujer visitaba el nicho en Navidad y Año Nuevo para celebrar las fiestas junto al cadáver de su difunto esposo, "cuyo cuerpo está embalsamado y se puede ver a través de un vidrio".
"Todos comentan que el día que falleció el hombre, el 16 de junio de 2010, fue una ceremonia particular, debido a que cuando se puso el féretro en el nicho también hubo música y un lunch para los allegados. Antes hubo una caravana de autos con bocinazos y cohetes", indicó el jefe policial por aquellos días en esta localidad.
Lo más llamativo es que en ese entonces el panteón se asemejaba más a una casita, estaba equipado con televisión, internet, cama y computadora.
El secretario de Gobierno de esta localidad, Claudio Jalek, no ocultó esa particular historia que les tocó de cerca y en un punto tan sensible como lo es el cementerio de la localidad.

Mejoras
Para el secretario de Gobierno y las autoridades del municipio, lo importante para con el camposanto es que lograron mejorarlo y darle el aspecto que debió tener siempre.
“Si es verdad que está a la entrada de la localidad, creemos que fue mal planificado el lugar del cementerio, quizás allá por 1940, se creía que esa parte del pueblo iba a ser otra y no el acceso como finalmente quedó”, explicó Jalek, que aseguró que la idea en el futuro es “hacer un cementerio parque”, en consonancia a lo que se plantea en varias partes del país y el mundo. De dejar las costumbres conocidas y practicadas desde cientos de años, para hacer de los camposantos un escenario más armonioso con la naturaleza y no tantas construcciones.
Según las estimaciones del funcionario municipal, el cementerio San Lázaro, en unos 10 a 15 años, podría empezar a tener problemas de espacio. Por lo pronto, el camposanto tiene unas 4 mil  unidades o tumbas y el promedio de entierros es de 7 por mes.
"Esa esa la tendencia. Cuando hay menos en un mes, en el que viene seguro hay un aumento. En los últimos años creció la tasa de mortalidad en unos dos puntos", estimó el secretario de Gobierno.
Pero otro de los puntos que ocupa a los municipales de esta localidad, es que el cementerio tiene un total llamativo de 600 cuerpos NN, es decir, sin identificación alguna.