Pereyra deberá rendir cuentas de su accionar ante el Concejo Deliberante

Jueves 16 de octubre de 2014
La marcha. | Los vecinos volvieron a copar las calles de El Soberbio para pedir justicia, y lo hicieron sin violencia. | Foto: Gentileza Martín Morínigo Giovani

Desde principios de octubre, los pobladores vienen expresando molestia, inquietud y hartazgo por una situación que vuelve a repetirse en la administración comunal. Todos pensaban que habría tiempos de cambios con la destitución, hace casi un año, del ex intendente Elio Alberto “Coleco” Kryvszuk. Pero su reemplazante, Juan Carlos “Jair” Pereyra, de nuevo está en la mira respecto a su gestión por parte del Deliberativo local y también está siendo monitoreado por el Tribunal de Cuentas de Misiones. A ello se suma la escandalosa situación judicial de su hijo. Como primera medida inmediata, los ediles aprobaron ayer de manera unánime convocar al intendente Pereyra. En un rápido trámite, con la votación de los siete ediles, se aprobó la convocatoria de Jair para el próximo martes a las 9 de la mañana.
De esta manera, los concejales dieron una señal a una localidad convulsionada, donde no se habla por estas horas de otra cosa que no sea del abuso sexual del que está acusado el hijo de Jair. En la panadería, en los negocios, en los talleres, siempre aparece alguien que saca el tema. A este hecho policial se sumó la cuestión política y las consecuencias que podría tener este caso.
El Concejo Deliberante convocó al recinto al jefe comunal para la semana que viene, a fin de que explique si es cierto que ofreció 60 mil pesos, una chacra y dos camionetas a cambio del silencio de la familia de la menor abusada, y si ayudó a escapar a su hijo. También los concejales quieren saber si dio instrucciones a su custodio de acompañar y no dejar solo al ahora prófugo Ederson Pereyra, de 22 años.

Además de  la convocatoria, también se evaluaba desde ayer una posible remoción del jefe comunal. Para ello, al menos de manera firme, sólo se contaría con cuatro votos,  cuando se requieren como mínimo cinco votos para desplazar al intendente.
El Concejo Deliberante local está presidido por Mariley Hesselmann (FR) y compuesto también por los ediles Natalio D. Alencastro (FR); Alberto Siwert (FR); Héctor Schwarz (PayS); Rodolfo Fernández (FR); Nélson Brettin (PayS) y Emilia Da Rosa (Luche y Vuelve).
De los siete concejales, se necesita la aprobación mínima de los dos tercios, que serían 5 votos, para adoptar alguna resolución como la suspensión del jefe comunal.
Ese número es el que también está en debate, aunque ayer hubo unanimidad para que Pereyra concurra a dar explicaciones en el Deliberativo.
Los que estaban de acuerdo desde un primer momento en interrogar al intendente y eventualmente aplicar una sanción son los ediles Brettin, Schwarz, Hesselmann y Siwert.  “Por ahí algún concejal toma conciencia de la gravedad de la situación y se suma”, había señalado este último, quien se mostró preocupado por el intento de Jair de querer encubrir la denuncia de violación por la que está acusado su hijo, que se mantiene en la clandestinidad.
“La gente está decepcionada ya con lo que sucedió con Coleco, y ahora con Jair; quiere un cambio, no aguanta más esta situación”, planteó el concejal Siwert.
En tanto, su par Schwarz resultó aún más contundente sobre la resolución que adoptaría el Concejo Deliberante. “Creo que le llegó el momento (por el fin de la gestión de Jair), no se tolera más esto”, dijo.  Recordó que el titular del Ejecutivo “trató de coimear a la familia con la presencia de la víctima. Eso no es digno de ningún ciudadano, y menos de un intendente”. Por otro lado, hay ediles que mantienen fidelidad con el actual intendente, como Emilia Da Rosa, Rodolfo Fernández y Natalio Alencastro.

Más rumores
Ayer corrió una ola de rumores en medios de prensa de San Vicente que llegaron a las  autoridades policiales de la Unidad Regional VIII. Esos rumores señalaban que en la marcha concretada ayer podría haber infiltrados que intentarían quemar el edificio comunal.
Sin embargo, en la marcha se negó tal situación, y se pidió que todo se esclarezca, señaló el único orador en la manifestación, Roberto Glier 
A su vez, se conoció que en la noche del martes, Pereyra realizó una exposición en la comisaria en la que consta que escuchó comentarios de que la gente quería tomar la Municipalidad. Hizo además otra denuncia, porque según el cuestionado jefe comunal, tiraron veneno en la plantación de tabaco en su chacra. A raíz de esta última denuncia, estuvieron en esa parcela efectivos de la Policía Científica y secuestraron hojas de las plantas para ver qué veneno podría haber en ellas.


Piden que la justicia llegue a cada habitante
EL SOBERBIO. Los habitantes de este tranquilo pueblo no ocultan su bronca y se manifiestan cansados de los atropellos de parte de varias de sus autoridades, empezando por la máxima autoridad: el intendente. Si bien los testimonios no son unánimes, puesto que hay quienes defienden la actual gestión comunal de Juan Carlos Pereyra, otros dejaron de mantenerse sumisos y decidieron salir a manifestarse, porque consideran que actualmente, por las cosas que pasaron, es una necesidad.
Disconformes, piden solamente que los organismos del municipio comiencen a funcionar como debe ser, sin cubrir a los favoritos o vinculados al poder de turno, tal cual observan que pasa desde hace muchos años.
En las dos marchas de silencio pidieron lo mismo: “Que la justicia llegue a cada habitante de El Soberbio, no solamente a los que tienen plata o cargos políticos”. Los ejemplos claros que mencionan son dos: Ederson Pereyra, el hijo del intendente prófugo tras ser denunciado por abuso sexual, y Alberto “Coleco” Kryvszuk, ex intendente y prófugo por malversación de fondos. “El Soberbio muestra su peor cara, es lamentable, pero siento que nunca vamos a salir de esta corrupción maldita” dijo un vecino.
Pereyra es el mismo que supo estar sentado al lado del ahora prófugo Kryvszuk durante parte de su cuestionada gestión y quien ahora maneja el dinero público, más allá de administrar la Municipalidad como si fuera su propia casa, ya que abre cuando quiere, al ser el único que tiene las llaves de ese espacio que se cae a pedazos.
El intendente no dejó de hacer méritos para que la gran mayoría desee su renuncia. Hace poco atropelló a un estudiante sobre la ruta, habría pasado en curva y en doble línea a un colectivo (según testigos), y dos semanas después lo acusaron de tratar de sobornar al padre de la víctima para que no denuncie un hecho aberrante y así salvar el pellejo de su hijo, el acusado.
Del otro lado de la vereda está la comunidad, asqueada de la impunidad, que sigue creyendo en un futuro mejor al escuchar los conceptos de un hombre que, siendo pobre, se animó a enfrentar al poder a pesar de los aprietes, amenazas e intentos de soborno. “Creo en la Justicia, soy el espejo de mi familia y tengo que dar el ejemplo a mis hijos hasta que muera, siempre con la conciencia tranquila”, aseguró el papá de la nena abusada.
El hombre junto a su familia debió abandonar su precaria casa y mudarse a otro lugar más seguro, porque en El Soberbio pasa así: las víctimas deben refugiarse mientras los acusados andan libres generando repudio en la gente.