“Hay que ver la yerba desde lo medicinal y lo gastronómico”

Lunes 18 de noviembre de 2013
Pedro Angeloni. | Productor | Foto: Norma Traid
En las últimas dos décadas se comenzó a conocer de la yerba mate mucho más de lo que supieron  los primeros productores. Se sabe que es energizante, antioxidante y tonificante. Además de que tiene cafeína, en menos cantidad que el café, y que la presencia de esta varía según la época en que se cosecha. Se aprendió mucho a partir de las investigaciones de científicos de la Argentina, Brasil y Uruguay.
Esos conocimientos no sólo permitieron a los argentinos tener en claro qué pasa cuando se toma mate, sino que abrieron la posibilidad de que la yerba se consuma de una manera diferente a la que estaban habituados. Llevaron a ver la yerba más allá de la boca del mate.
Pedro Angeloni, un bonaerense llegado a Misiones en 1976 para dedicarse a la explotación forestal, pero que rápidamente se metió en la actividad yerbatera, considera que es tiempo de pensar en la yerba más allá del mate. Para él, que supo redactar el estatuto madre de lo que hoy es el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) y que estuvo a cargo de la comisión que lo puso en marcha, es hora de pensar la yerba como “un producto gastronómico y medicinal”.
También es tiempo de avanzar en el mejoramiento de los yerbales, para así aumentar la producción y que ni a Misiones ni a la Argentina le falten yerba cuando los mercados del mundo empiecen a comprar masivamente este producto tan tradicional.

¿Cuál es el futuro que ves para la yerba mate?
Le veo un buen futuro, más con todas las posibilidades abiertas en los mercados externos. Pero allí hay que ver la yerba no sólo como infusión. En estos momentos ya hay medicamentos que se están haciendo con yerba mate.  También desde el Inym se está promocionando la comida hecha a base de yerba mate. Es que la diversidad de usos que permite la yerba es muy amplia.

¿Entonces tenemos que acostumbrarnos a dejar de ver la yerba solamente adentro de un mate?
Sí, tenemos que verla como un producto gastronómico y medicinal. Esto no quiere decir que tengamos que abandonar nuestras costumbres. Esta sería otra forma de usar nuestro producto. La yerba ya se consume, indirectamente y sin ser una infusión, y esto es  lo interesante. Hay que reconocer que todo esto surge de los estudios científicos que se promueven desde los congresos de la yerba mate, que son muy importantes. Sobre todo porque para ir a vender la yerba al exterior se va con estudios científicos que dan respaldo a la venta del producto.
Cuando íbamos a vender afuera la yerba, lo primero que te preguntaban era qué tiene la yerba. Lo único que le podíamos decir era que tenía menos cafeína que el café.  Y no sabíamos nada más.
Nosotros sabíamos echarle agua y tomar el mate, y repetíamos lo que decían nuestros abuelos sobre las bondades. Lo repetíamos sin el acompañamiento científico que te pide el mundo. Hoy, vos vas a vender al exterior, le llevás los estudios científicos de qué tiene la yerba y sus propiedades y se te abren todas las puertas.

¿En qué formato se le debe ofrecer la yerba al mercado externo?
El mundo no va a tomar mate de la bombilla como tomamos nosotros, salvo Siria donde cada uno tiene su mate y comparten una pava común. En otras partes del mundo lo toman como infusión en saquitos o lo utilizan para bebidas energizantes o saludables.
También, Coca Cola hizo un primer intento para una gaseosa con la yerba de Brasil y le erró. Pero ahora están arrancando de vuelta, pero compran la yerba en Argentina, donde el sistema de preparación de la yerba es distinto. Siguen insistiendo. Incluso se han llevado muestras para preparar concentrados para la preparación de gaseosas, que serán distintas a las que ya salieron y fracasaron. Y si insisten es por algo, no es que sean tontos y quieren tirar dinero. Están viendo una veta.
La industria tiene que ir tomando conciencia de esto y tiene que amoldarse. Para el mercado externo tiene que ir tomando conciencia de eso, pero el mercado interno no; nosotros, ya la costumbre del mate con la bombilla compartiéndolo en amistad, la tenemos y no va a cambiar.

¿Que mercados son los que más están creciendo para la yerba?
La yerba se está consumiendo en todas partes del mundo. Estados Unidos comenzó a consumir yerba desde hace muchos años, y va incrementando el consumo. Lo mismo pasa en Europa, en países como España, Francia, Alemania o Rusia. Muchos países donde antes no se consumía. Lo mismo en Medio Oriente.
Es una cuestión de tiempo para entrar en otros mercados, porque no podés cambiar las costumbres milenarias del té de esos países por la del mate cocido en poco tiempo. Pero despacito se está entrando a países tradicionales del té como China y Japón.

¿Está Misiones en condiciones de ser la cabeza del abastecimiento de yerba mate al mundo?
Está en condiciones de ser la cabeza, pero no de abastecerlo totalmente. Nos quedaríamos nosotros sin yerba. Este año se produjeron 53 millones de kilos menos y ya hubo problemas de abastecimiento que hicieron subir el precio.  El mercado hizo que ante la falta de oferta de materia prima el precio suba.
A nivel productivo, para que podamos abastecer al mundo, hay que empezar a modificar nuestras plantaciones para mejorar la producción. Hoy hay que llevar esas plantaciones de 4.000 o 5.000 kilos (por hectárea) a plantaciones de 10.000, 12.000 o 15.000 kilos por hectárea. Ahí podemos aumentar la producción para abastecer el mercado externo que crece y también la producción del mercado interno, sin los problemas que hoy tenemos.
A través del Inym se está haciendo un trabajo en ese sentido, porque se le da ayuda a los pequeños y medianos productores para hacer plantaciones de alta densidad con semillas del Inta.

¿El Inym debe ser entonces mucho más que un ente de control?
Sí. El Inym le sirve al sector y debe estar siempre vigente. Cuando comenzamos con el Instituto no teníamos toda la potestad que pretendimos, como si la había tenido la Crym (Comisión Reguladora de la Yerba Mate) que tenía laboratorios para trabajar. El Inym tuvo que hacer convenios para analizar la yerba. Pero desde allí se le puso un freno al manipuleo de la yerba. Por eso muchas industrias esperaban el fracaso del Inym, que vino a ordenar el sector. Los grandes jugaban a que el Inym desapareciera, y hoy todos quieren estar metidos adentro del Inym. Por algo será.
Pero el Inym es mucho más que un ente de control. El Prasy (Programa Regional de Asistencia al Sector Yerbatero) es de lo más importante que se logró hacer en el Instituto. Es muy beneficioso para el sector, porque financia los proyectos para mejoramiento de la producción de la yerba mate. También, a través de convenios con el Inta o con universidades se trabaja para el mejoramiento de las chacras y el cuidado del suelo.

¿Está cambiando la forma de producir en las chacras?
Sí. Antes tenías un yerbal y sólo veías tierra colorada. No veías ni un yuyito en el medio. Ese fue el error más grande que cometimos. Eso erosionó la tierra y produjo bajas en la producción. Hoy sabemos que hay que dejar semicubierto el suelo para cuidar que no se erosione y no perder el capital más importante que ese suelo.
Se ha ido tomando conciencia.  Hay un cambio de conciencia en los que estamos en esta actividad. Los hijos que se han ido preparando, que estudiaron en la materia y se prepararon para la actividad ayudan mucho en este proceso de cambio. El Inym y el Inta también juega un papel importante.


El perfil
Pedro Angeloni
Llegó a Misiones con 26 años, en 1976 para trabajar en la administración de unas 3.000 hectáreas de explotación forestal en la zona de Jardín América. Contador de profesión, aunque nunca ejerció, vino a la provincia por dos años. Ya lleva 37 en la tierra colorada. Dos años después de su llegada, en 1978, compró su primera chacra. Desde entonces hizo propia la actividad yerbatera. Cooperativista por adopción, condujo la Cooperativa de Servicios Públicos de Jardín América entre 1985 y 1987. Luego ingresó a la Cooperativa de Productores Yerbateros de Jardín América Limitada. Desde allí llegó a la Federación de Cooperativas (Fedecoop) de Misiones, entidad que presidió entre el 2000 y el 2006. En el mismo período formó parte del directorio de Coninagro.
En ese tiempo redactó, acompañado por otros referentes del sector, el proyecto madre de creación del Inym. Afirma que “lo que se terminó aprobando es muy diferente a lo que propusimos”. Una vez creado el Instituto le tocó presidir la comisión que en el 2003 debía poner en marcha el organismo.
Desde allí, acompañado por otras personas -Raúl Escalada, Oscar Brtnik, Sandra Molina, Miguel Schmalko, Rodolfo Canuy, Néstor Munaretto, entre otros- organizó y presidió el IV y V Congreso Sudamericano de la Yerba Mate, que se realizó en Posadas en 2006 y 2011, respectivamente. Por estos días se dedica a la administración de sus chacras y participa de la vida institucional de la Cooperativa de Productores de Jardín América.

Por Damián Cunale
dcunale@elterritorio.com.ar