En medio de lluvias torrenciales, Oberá sigue sin agua potable

Jueves 20 de diciembre de 2012
En medio de las torrenciales precipitaciones que hicieron temer el desborde de arroyos, ayer los obereños volvieron a padecer un corte total en el suministro de agua potable debido a inconvenientes con el bombeo eléctrico.
Contradiciendo toda lógica, al mismo momento que llovía copiosamente no había agua en las canillas de la ciudad, una situación que anoche persistía en la mayoría de los barrios.
Desde la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo), emitieron un comunicado de prensa explicando que el corte obedeció a “problemas con el suministro eléctrico”, aunque no se precisaron mayores detalles.
El corte de la víspera no hizo más que crispar los ánimos de los socios de la cooperativa, quienes desde hace varias semanas padecen las continuas interrupciones del servicio.
Entre los reclamos se destacó la iniciativa del vecino Ramón Escobar (51), quien el martes decidió recurrir a la sede de la Celo para cargar algunos baldes y poder bañarse en el lugar, ya que en su barrio el servicio está cortado desde hace cinco días y la situación se hizo insoportable.
La actitud del socio recogió innumerables muestras de apoyo y se propagó por las redes sociales, al punto que muchos lo calificación como un “ejemplo” a seguir.
Ayer, en tanto, Escobar insistió con el reclamo al cumplirse cinco días sin agua potable en el Villa Lindstrom, donde reside con su esposa e hijos.
“Si mañana (por hoy) no viene el agua, voy a volver a la Celo con mi familia para hacer nuestras necesidades fisiológicas ahí”, adelantó molesto.

“Población en riesgo”
En los últimos días desde diversos sectores se escucharon voces críticas a la conducción de la Celo, entre ellas el convencional constituyente Rafael Pereyra Pigerl, quien reclamó detalles respecto a la reciente auditoría externa contratada por la entidad.
“Ni empezó el verano y Oberá está sin agua potable y con servicio deficiente de energía. Las autoridades de la Celo, en lugar de transparentar el estado actual y delimitar responsables, hacer las denuncias pertinentes y reencauzar el rumbo, nos piden que juntemos agua de lluvia. Esto es un despropósito que ya roza la burla”, subrayó.
El convencional recordó que la auditoría costó 120 mil pesos, pero tras varios meses del  anuncio, no se conocieron los alcances de las medidas adoptadas en el marco de una crisis hídrica sin precedentes.
“Las autoridades de la Celo responden ante el pueblo como si no tuvieran la responsabilidad de asegurar el servicio vital del agua potable en cada casa. Anuncian obras para dentro de dos años, mientras en los barrios afectados las familias viven situaciones críticas”, refirió Pereyra Pigerl.
Además, criticó “la poca eficiencia de la Municipalidad en el reparto de agua potable para paliar las consecuencias” en los barrios sin acceso a la red.
“Todos los pozos de las casas están contaminados y la gente los tiene que usar igualmente, con el riesgo tremendo para la salud que eso acarrea. Necesitamos respuestas urgentes, coordinadas con el Gobierno provincial y que sean efectivas, porque la población está en riesgo”, alertó.