Imágenes exclusivas que confirman la brutalidad policial contra Wasyluk

Viernes 27 de mayo de 2016

Se realizará hoy una pericia sobre la autopsia del cuerpo de Hugo Miguel Wasyluk (38), quien el 27 de abril del 2011 fue hallado muerto en una celda de la Seccional Primera de esta localidad. Por el caso,  trece policías serán sometidos a juicio oral y público.
El procedimiento corresponde a la instrucción suplementaria y contará con la presencia de los integrantes del Cuerpo Médico Forense y un perito de parte de los acusados. A partir de las 10 observarán el CD de la autopsia.
En ese contexto, El Territorio accedió en exclusiva a una serie de fotografías que evidencian el brutal castigo que padeció la víctima. Se trata de un documento contundente e irrebatible sobre el accionar de los uniformados que le produjeron las lesiones que luego derivaron en el deceso.

En las imágenes del cadáver, se observan claramente hematomas con forma de suela de borceguíes sobre el dorso, laceraciones de bastones en el abdomen y marcas de un enrejado en el pecho, que podría ser del chasis del móvil policial donde lo trasladaron o del piso de la celda donde falleció, precisaron. 
Además, a partir de la difusión de las fotos, queda expuesta la red de complicidades y encubrimiento, ya que en las horas posteriores a la golpiza -y tal como declaró un funcionario de la Seccional Primera- Wasyluk se quejó de fuertes dolores y pidió que lo atiendan, lo que fue subestimado por la guardia.
Según explicaron fuentes  del caso, la pericia sobre la autopsia “pretende determinar si el mecanismo que produjo las lesiones y posterior deceso de la víctima es compatible con golpes manuales, arrollamiento o caída; signos clínicos que permiten diagnosticar la existencia de la lesión y lapso aproximado de evolución entre el momento de producción de la herida, infarto y muerte”.
Tortura y muerte
Según la autopsia, la causa de la muerte de Wasyluk fue “un shock hipovolémico y asfixia por aspiración de líquido intestinal”. Sufrió una hemorragia masiva que impidió que su corazón pueda bombear suficiente sangre al cuerpo y sus órganos dejaron de funcionar. A consecuencia de ello aspiró su propia materia fecal.
El cadáver presentaba “múltiples lesiones traumáticas a nivel torácico de tipo compresivas, producidas con gran peso”. Quedó establecido que uno o más uniformados lo atacaron a rodillazos estando tendido.
En tanto, las marcas que se observaron en sus muñecas explicitaron que fue agredido estando esposado, por lo que tampoco tuvo la mínima posibilidad de defensa, lo que desactivó el argumento policial de que el detenido opuso resistencia a la autoridad.
Trascendió que horas antes de su muerte manifestó que tenía pérdida de sangre, aunque el personal jerárquico y de guardia habría desoído sus súplicas. Tal vez, de haber recibido atención médica a tiempo, no habría fallecido en la celda, sentado en el inodoro por la incontenible hemorragia que padecía.
En consecuencia, el Expediente 61.428 contra Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez, Ricardo Javier Rodríguez, Jorge Antonio Heijo, Wilson Ricardo González, Miguel Ángel Espíndola, Hugo Ariel Basaraba, Carlos Ariel Lentini, Roxana Andrea Harasimezuk, Alejandro Fabián Núñez, Luis Alberto Silva, Gustavo Javier Fontana y José Orlando Morales está caratulado como “tortura seguida de muerte, omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Por otra parte, ante la citada pericia y otros requerimientos, se volvió a postergar el inicio del debate, aunque estiman que podría concretarse en el transcurso de junio, en instalaciones de la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario de esta localidad.

“Pedía por la mamá”

El documento fotográfico al que accedió este diario corrobora brutalmente que Wasyluk fue reducido a golpes, detenido y trasladado a la comisaría de Villa Bonita y, ya esposado, siguió sufriendo un duro castigo.
Ante el evidente malestar que presentaba, horas después de su detención -el 25 de abril del 2011 por la noche- se decidió su traslado a la Seccional Segunda, donde no lo recibieron porque estaba muy golpeado.
Tampoco en la Seccional Primera quisieron alojarlo, ya que al observar el estado del detenido, el responsable de la guardia solicitó que fuera revisado por el médico policial en turno, José Orlando Morales, quien rubricó que padecía lesiones “superficiales”.
Por su parte, uno de los efectivos de la Primera reconoció al entregar la guardia dejó constancia en el libro que “el informe médico no coincidía con lo que presentaba el detenido. Estaba muy mal, como que deliraba. Pedía por la mamá y una frazada”, declaró.
En tanto, desde un primer momento, Ana Wasyluk, hermana de la víctima, apuntó hacía la responsabilidad de los uniformados.
“A mi hermano lo mató la Policía. Salió de casa sano y lo molieron a golpes, si yo vi cuando le pegaron en la comisaría de Villa Bonita y seguro que después siguieron en la Primera. Cuando vi el cuerpo no podía creer lo golpeado que estaba, si hasta le taponaron la nariz para que no siga chorreando sangre”, aseguró a los pocos días del hecho.