Egipcio secuestró un avión “por amor”

Miércoles 30 de marzo de 2016
El avión de EgyptAir aterrizó en el aeropuerto de Lárnaca, que dejó de operar hasta que el secuestrador se entregó.
Un egipcio calificado de "psicológicamente inestable" secuestró ayer con un falso cinturón de explosivos un avión de la compañía EgyptAir, obligándolo a aterrizar en Chipre, antes de rendirse y de que fueran liberados sanos y salvos todos los pasajeros.
Las autoridades chipriotas afirmaron que el secuestro de este Airbus A-320 con 55 pasajeros a bordo no tuvo nada que ver con el terrorismo.
Tras ocho horas de tensión, el pirata del aire egipcio salió a las tres de la tarde aproximadamente del avión que estaba estacionado en el aeropuerto de Lárnaca, que había sido cerrado al tráfico. El aeródromo fue reabierto una vez concluido el secuestro.
Con las manos en alto, el secuestrador, un egipcio identificado como Seif Al Din Mohamed Mostafa, se rindió sin oponer resistencia. Bajó por la escalerilla del avión y dio algunos pasos en la pista antes de ser inmovilizado en el suelo por dos policías, que lo cachearon antes de llevárselo a un edificio del aeropuerto.
"El pirata del aire acaba de ser detenido", dijo Nikos Christodoulides, portavoz de la presidencia de Chipre. El ministro de Aviación Civil, Cherif Fathy, afirmó a la televisión estatal que "los pasajeros y los miembros de la tripulación están sanos y salvos".
Las últimas personas a bordo bajaron por la escalera mientras otra salió por una ventanilla de la cabina de pilotaje del Airbus.
El avión había sido secuestrado a primera hora de la mañana tras despegar de la ciudad costera egipcia de Alejandría rumbo a El Cairo.

Sin armas ni explosivos
Según el Ministerio de la Aviación Civil, el piloto del avión explicó a la torre de control que un pasajero amenazaba con hacer estallar un cinturón de explosivos y lo obligaba a aterrizar en Lárnaca.
"No tenía ni pistola ni ninguna arma", dijo Fathy, quien en ese momento había admitido que no se sabía si el cinturón de explosivos era real, "pero hemos considerado que lo era, por la seguridad de los pasajeros". En este sentido, ningún rastro de explosivo fue hallado en el individuo o en el interior del avión, según las autoridades chipriotas.
El presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, afirmó rápidamente que el secuestro "no está relacionado con el terrorismo".
"Es la acción individual de una persona psicológicamente inestable", afirmó por su parte el secretario del Ministerio de Exteriores chipriota, Alexandros Zenon.
Según una fuente gubernamental de Chipre, el secuestrador pidió ver a su ex esposa chipriota. La mujer fue conducida al aeropuerto, acompañada por un niño.

Una carta
El hombre entregó "una carta en árabe a la policía", precisó una portavoz de la Policía chipriota, Nicoletta Tirimou.
Una fuente del gobierno chipriota que pidió no ser identificada dijo que el secuestrador "al parecer está enamorado".
Durante una conferencia de prensa en Nicosia junto al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, periodistas preguntaron a Anastasiades si podía confirmar que el incidente tenía que ver con una mujer. "Siempre hay una mujer" implicada, respondió, provocando carcajadas.
Otro funcionario policial de Chipre confirmó que el hombre y la mujer chipriota se divorciaron en 1994 y tenían cuatro hijos. "La mujer no tiene nada que ver con esta situación", expresó.
De los 55 pasajeros, 21 eran extranjeros: ocho estadounidense, cuatro británicos, cuatro holandeses, dos belgas, un francés, un sirio y un italiano, según la Aviación Civil egipcia.

Antecedentes que aumentan el temor

El secuestro ayer del avión de EgyptAir se produjo cinco meses después de que un Airbus A-321 ruso se estrellara en el Sinaí minutos después de despegar del balneario de Charm el Sheij, un drama que costó la vida a sus 224 ocupantes.Egipto padece la violencia de grupos yihadistas desde la destitución por el ejército en julio de 2013 del presidente islamista Mohamed Mursi y la posterior ola de represión contra sus simpatizantes. Por su parte, el aeropuerto de Lárnaca ya fue escenario de varios secuestros de aviones en los años 1980 y 1990. El 26 de agosto de 1996, un Airbus A-310 de la Sudan Airways con 199 personas a bordo fue desviado hacia Lárnaca y luego al aeropuerto de Stansted por siete piratas iraquíes que querían obtener asilo político en Gran Bretaña. En abril de 1988, un Boeing 747 de Kuwait Airways, que iba de Bangkok a Kuwáit, fue desviado a Machhad. Los siete piratas aéreos pidieron en vano la liberación de 17 extremistas chiitas proiraníes detenidos en Kuwait. Luego el avión voló a Lárnaca, donde dos pasajeros kuwaitíes fueron asesinados por los piratas. Los últimos rehenes fueron liberados tras una última escala en Argel.