“Algunos toman la discapacidad como algo enviado por Dios”

Domingo 23 de febrero de 2014

“Las personas que deciden optar por el uso de agrotóxicos deben tener consciencia acerca del peligro que esto implica para sí, para su familia y para quienes les rodean. Pero sin dudas no son los únicos responsables y culpables en toda esta problemática, porque las empresas distribuidoras y el Estado parecieran esconder la cabeza frente a las consecuencias dramáticas que se multiplican en nuestra provincia”, reflexionó Eugenio Albrecht, pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
A partir de su tarea pastoral en la zona conoce las consecuencias del uso de pesticidas y alertó sobre los índices que muestran un notable incremento de los  casos de personas con discapacidad, sobre todo en la zona tabacalera.
Para colmo, lamentó que existan “grupos religiosos que suelen tomar a la discapacidad como algo que ha sido enviado por Dios y que hay que aceptarlo de modo sencillo”.

En diálogo con El Territorio, opinó que los índices de discapacidad no son casualidad, ya que “los mayores usuarios de agroquímicos de la provincia son los colonos tabacaleros. Ellos deben servirse de una serie de insumos, que le son provistos de manera compulsiva por las empresas tabacaleras, como una condición para la participación del ciclo productivo”.

¿Quién o quiénes son los responsables de los casos de discapacidad asociados al uso o exposición a los agrotóxicos?
El primer responsable pareciera ser siempre quien decide hacer uso de los agroquímicos. Esta sencilla conclusión no es posible de aplicar en el caso de los tabacaleros, ya que, como sabemos, reciben de manera compulsiva los productos que luego ocasionan los daños referidos. Entonces, debemos preguntarnos cuál es la responsabilidad de estas empresas y cuál debería ser el rol del Estado.
Pero pareciera que ni las compañías tabacaleras ni el Estado asumen su responsabilidad frente a los múltiples casos de personas con discapacidad, que se multiplican por miles en nuestra provincia, por consecuencia del uso de estos productos. El Estado falla en su rol al momento de hacer cumplir las leyes, mientras que las compañías cometen abusos, llevando la relación hacia vínculos casi serviles.
El resultado es que al final, la culpa termina recayendo solamente sobre los usuarios, que deben asumir además la carga de tener que llevar adelante la dramática situación.

¿Las víctimas de este problema tienen noción del mismo, de sus causas y consecuencias?
Muy pocas veces los propios afectados tienen consciencia de esta situación. No siempre asocian a la discapacidad con el uso de agrotóxicos. Esta mala comprensión de la realidad en ocasiones se ve reforzada por grupos religiosos que suelen tomar a la discapacidad como algo que ha sido enviado por Dios y que hay que aceptarlo de modo sencillo, sin dar lugar a las preguntas sobre sus causas.

Se suele escuchar que Dios sabe por qué hace las cosas…
Sí, y esto genera un gran sentimiento de culpa en los afectados, inmovilizando y encerrando a las personas en su problemática, generando un círculo vicioso. Esta dinámica le viene como anillo al dedo a las empresas tabacaleras, que lucran millones por año a partir del deterioro de la salud de miles colonos misioneros. Jesús dijo a sus discípulos: “¡Ay de aquel que vaya a servir de tropiezo a uno solo de estos pequeñitos. Así que, ¡tengan cuidado!” (Lucas 17: 1 y 3).


"Muy pocas veces los propios afectados tienen consciencia de esta situación. No siempre asocian la discapacidad con el uso de agrotóxicos. Esta mala comprensión de la realidad en ocasiones se ve reforzada por grupos religiosos que suelen tomar a la discapacidad como algo que ha sido enviado por Dios"
Eugenio Albrecht


Por Daniel Villamea
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