Probablemente salga más barato reparar el puente sobre el arroyo Paranay Guazú que mantener a todo el sistema de custodia y de restricción del tránsito que allí funciona durante tanto tiempo.
El paso vehicular sobre el viaducto que une El Alcázar con Garaguatay en el norte de la provincia está restringido desde el 10 de junio del año pasado. Desde entonces, un grupo de operarios primero, y la policía después, ordenan el tránsito las 24 horas del día en condiciones poco confortables.
Incluso con consecuencias indirectas para las poblaciones cercanas. Es que los uniformados, más de 20, que ordenan el tránsito pertenecen a comisarías de la zona y están afectados a cuidar al puente cuando su función es otra, lo que motivó un pedido de informes en la Legislatura.