Una laboriosa tarea la de dirigir

Sábado 12 de mayo de 2012
Orlando Morán, es apicultor y se dedica a lo que él llama arte y oficio, desde hace unos 20 años, según contó a El Productivo. Pero hace dos años comenzó con un emprendimiento de cría de reinas. Multiplicación de colmenas, mejoramiento genético de las abejas, sustitución de reinas viejas, entre otras cuestiones son algunos de los beneficios, según contó Morán durante una visita a su desarrollo.
“La apicultura es el arte de criar abejas, cuidarlas y dirigirlas,  poniendo los elementos para que ellas puedan producir tanto miel como polen, jalea y propóleos, los productos de la colmena. Las abejas son muy laboriosas, pero uno debe proveerle de los medios necesarios para que puedan seguir adelante y atenderlas”, dijo el productor.
Y agregó: “Hace 20 años vengo trabajando aunque no fue continuo. Hasta que decidí apostar a este oficio que es muy lindo. Estar en contacto con la naturaleza, conocer cada día la vida de las abejas que es muy interesante por la organización que tienen”.
Detrás del barrio San Isidro, Morán cuenta con al menos 70 colmenas preparadas para producir reinas, la abeja principal de la colmena. Este desarrollo tiene dos años y por la creciente demanda, este año estima producir el doble de reinas que el 2011. “Se trata de un emprendimiento familiar denominado La Justina. Y hace dos años que estamos trabajando con la cría de reinas y vemos que es necesario producir más. Este año estimamos hacer el doble del año pasado por la alta demanda de reinas y núcleos que tenemos”, señaló. También cuenta con otros apiarios por la Ruta 14 (antes de llegar a Virasoro, Corrientes)  destinados a la producción de miel. El producto se comercializa como La Justina y es una de las marcas de Hecho en Misiones.
“Es una actividad muy interesante porque las abejas son muy laboriosas aunque es uno el que debe proveerle de los medios necesarios para que puedan seguir adelante, atenderlas, poniendo los elementos para que ellas puedan producir tanto miel como polen, jalea y propóleos, los productos de la colmena que hoy son muy demandados”, dijo Morán.
Y destacó: “Todos estos productos mencionados son naturales sin ningún tipo de contaminación. La gente lo puede consumir tranquilamente, sobre todo hoy en día, donde ya casi no quedan producciones así, naturales”
El productivo se calzó el buzo apicultor con careta y recorrió el predio junto a Morán para observar el laborioso trabajo de las abejas y del productor.
El primer paso del recorrido tuvo que ver con los consejos de seguridad, tanto para los visitantes como para las abejas. Luego, Morán encendió el  ahumador que sirve para tranquilizar a las abejas. “Tiene viruta de monte nativo que es lo recomendable para no contaminar la colmena. Produce humo que adormece a las abejas”, explicó.

 

Dentro del apiario
Morán distinguió los tipos de colmenas que tiene en su emprendimiento. La colmenita Baby, donde se ubican abejas recién nacidas y las colmenas madre. A su vez, diferenció dentro de una colmena, las alzas para cámara de cría y las melaria que tienen miel.
“Una colmena puede dar entre 30 y 40 kilos de miel; sólo tiene una reina y se sabe cuando la miel está madura cuando el panal ha operculado. Esto es cuando tiene una pequeña capa de cera que cubre las celdas”, explicó Morán mientras muestra un panal.
Lo siguiente fue el marcado de reinas. “Se hace para conocer la edad de las abejas y sirve para reconocer con rapidez a la reina dentro de la colmena. Este año es el amarillo”. Según explicó el apicultor, cuando la reina pone un huevo sin fecundar nace el zángano que en épocas de poco alimento es echado de la colmena, si el huevo es fecundado nacen las obreras o reinas. “Se dice que tiene una buena postura cuando ambas caras del panal se completa con los huevos o larvas. Esto inicia en agosto y se da en la primavera cuando hay más entrada de néctar”, dijo el especialista.
Por eso es importante conocer la vegetación que existe alrededor de las colmenas si son melíferas o no y cuando producen más néctar.

 

El traslarve
Según explicó Morán lo primero a la hora de hacer el traslarve es elegir la colmena dadora de larvas que tiene que reunir condiciones como sanidad, productividad, mansedumbre. “Uno va clasificando de acuerdo al manejo donde se van viendo dichas características. Y de una colmena  sacó las larvas”.
Luego  se preparan colmenas para que reciban a las larvas seleccionadas, son 4 ó 5 con muy buena población, buena reserva de alimentos, ese trabajo se comienza ya en septiembre porque es necesaria la buena entrada de néctar. “Eso se hace todos los días y uno puede producir lo que uno quiere de acuerdo a la demanda. Eso es muy simple y muy interesante”, dijo el apicultor.
Asimismo explicó en qué consiste el traslarve, “esto es sacar las larvas recién nacidas para pasarlas a unas celdas especialmente preparadas (tienen 9 milímetros de cera); hecho eso se las coloca en una colmena preparada para recibir a las larvas. Al otro día se hace una revisión para ver cuántas han sido aceptadas y para pasarlas nuevamente a otra colmena donde se las va a alimentar con jalea real. Se hace varias tandas de traslarve hasta lograr la cantidad necesaria”, explicó. “Esos son los pasos necesarios para producir reinas”, agregó Morán .

 

Marcado de reinas
Luego, una vez que la reina nace, se fecundan y después a los 15 días, son revisadas para ver la postura, si es pareja o si la reina nació bien. “Si está en condiciones son marcadas con colores según el año que nació, para este 2012 estamos usando el amarillo. Y ya se colocan en las colmenas para hacer el cambio de reina o poner en algún núcleo y llevarla al apiario para que continúen su desarrollo”, señaló.
El productor recomendó hacer el marcado con un producto que no despida ningún tipo de olor. Ya que una vez marcada la reina, si las obreras la desconocen la matan.
Otra de las actividades en el predio de Morán es una experiencia con plantas melíferas en invierno que tuvo muy buenos resultados. “Son plantas que florecen todo julio. Una de se llama Don Bella, otras son arboles una variedad de eucalipto que florecen en invierno. Aportamos para evitar la alimentación artificial, las flores en julio, junio es muy bueno porque incentiva a la reina y para agosto (primera floración) ya tenemos una buena cantidad de población  de abeja para su pecoreo”, explicó.
En verano señaló la importancia del agua. “Consumen mucha agua porque es muy importante para la colmena. Colocan el líquido en las celdas para ventilar y mantener humedad y temperatura de ambiente”, dijo Morán.
Entre abril y mayo finaliza el período de la cosecha de miel y se entra a la época de receso que se extiende hasta septiembre aproximadamente. Allí, las colmenas no deben ser tocadas.

 

 

En el apiario
1. Ahumador. Se utiliza para tranquilizar a las abejas. Se hace humo con virutas de monte nativo  para no contaminar la colmena ni la producción.
2. Colmenas. Morán cuenta con dos tipos: La colmena madre donde se saca la larva y la incubadora, donde se la cría.
3. Operculado. Es cuando  el panal tiene una pequeña capa de cera que cubre las celdas. Indica que la miel está madura y lista para la extracción
4. Marcado de reinas. Se hace para conocer la edad de las abejas y reconocer a la reina con facilidad. Se pinta la abeja con un producto sin aroma para que las obreras no  desconozcan a la reina y no la maten.