El Vaticano expulsó de la Iglesia Católica al cura de las monjitas

Sábado 3 de noviembre de 2012
Polémico. | Santurio, investigado por la Justicia misionera, fue sobreseído.
La Santa Sede confirmó en segunda instancia y con carácter definitivo “la expulsión del estado clerical” del presbítero Miguel Ángel Santurio al encontrarlo culpable de “los graves delitos eclesiásticos de que se lo acusaba”.
El obispado de San Luis informó mediante un comunicado de prensa la sentencia, pero no dio los fundamentos de los delitos cometidos por Santurio, que en Misiones fue conocido como el cura de las monjitas.
Desde la provincia puntana se  advirtió a la feligresía que Santurio “no se encuentra en comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana, presidida por Su Santidad Benedicto XVI y representada en la diócesis de San Luis por monseñor Pedro Daniel Martínez”.
La curia diocesana indicó, además, que “la llamada Vicaría de los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima que el señor Miguel Ángel Santurio gestiona, con sede en la calle Constitución 284 esquina 25 de Mayo y también en la calle 9 de Julio 415 esquina Ituzaingó de San Luis, tal como consta en los folletos distribuidos por la ciudad puntana, tampoco es un organismo pastoral de la diócesis de San Luis y por tanto, tampoco pertenece a la Iglesia Católica Apostólica Romana”.

Un largo proceso
El proceso penal canónico contra el sacerdote uruguayo empezó en 2009 ante el Tribunal Eclesiástico Nacional y fue elevado a la Santa Sede tras su apelación al fallo de primera instancia con fecha 26 de mayo de 2011, que ahora fue confirmado, suspendiéndolo de por vida en el ejercicio de su ministerio religioso.
En forma paralela, Santurio fue sobreseído en una causa de abuso deshonesto y reducción a la servidumbre en perjuicio de tres jóvenes de Puerto Iguazú, tras una denuncia de la ONG Alto a la Trata ante la Justicia Federal de Misiones, adonde se trasladó tras disentir con las indicaciones pastorales del entonces obispo de San Luis, Jorge Luis Lona.
También la justicia provincial lo investigó por presuntos abusos, pero el exjuez José Luis Rey desestimó aquella causa porque ninguna de las supuestas víctimas denunció al sacerdote por abuso sexual, un delito de instancia privada en el cual la Justicia no puede actuar de oficio.
En tanto, la causa de captación para la trata fue girada a un juzgado de instrucción, pero tampoco pudo comprobársele ese delito.
Llegó a Misiones en el 2008 y primero se instaló en Iguazú, de donde fue echado luego de las denuncias mediáticas de tres jovenes. Recaló en Villa Lanús, donde empezó con sus particulares prácticas. Luego de unos meses el Obispado de Posadas resolvió expulsarlo en abril del 2009.
Santurio, de origen uruguayo y conocido en la comunidad como un “cura sanador” o “cura de las monjitas”, intentó fundar una congregación religiosa de mujeres, pero no consiguió la autorización eclesiástica necesaria.
Para ello convocaba novicias, con las cuales convivía en la casa parroquial, primero en Puerto Iguazú y después en Posadas.
Las jóvenes realizaron denuncias contra Santurio por abusos y maltratos en los medios de comunicación y, pese a la intervención de organizaciones de trata de personas, nunca formalizaron una demanda en la Justicia.