El poeta platense

Francisco López Merino, nació en La Plata en 1904 y elaboró su obra melancólica en la íntima quietud de esa ciudad. Dos libros la comprenden: Tono Menor (1923) y Las Tardes (1925), reunidos póstumamente en Obras Completas. La sugestión de la muerte, procurada a su tiempo por decisión voluntaria, está en su obra con suave pregustación poética; su filiación es simbolista, con sencillez de imágenes y un musical refinamiento melódico. Escribió una  carta en tercetos a Jorge Luis Borges (López Merino fue pro tesorero del Comité Irigoyenista de Intelectuales Jóvenes, Borges era presidente y Macedonio vocal:
“Me acuerdo amigo Borges, de la tarde en que fuimos a pasear por el barrio donde vivió Evaristo Carriego, aquel muchacho casi genial y tísico. Nuestro andar se cansaba por esa calle Honduras que estaba silenciosa bajo un cielo de lluvia y tenía los muros húmedos y ninguna muchacha sonriente. También me impresionaron las gastadas banderas de la calle Serrano que flameaban apenas sobre los techos bajos. Evoco nuestra charla de esa tarde cualquiera. Macedonio Fernández habló con voz de ausencia y era el recién venido de su novela inédita. Digo los tangos viejos que duermen en tus discos y escucho a usted que lee mis primas los domingos. Sabe bien que no tengo jardín, pero es lo mismo. Pienso en su hermana Norah: me regaló una flor dorada y menudita que le envió Juan Ramón en una carta clara como un agua con sol”.          
(Se mencionan: la casa de Evaristo Carriego ubicada en  Honduras y  Bulnes, cercana a Serrano; a Macedonio Fernández y su novela `que comienza´, inédita hacia 1927; algunos tangos borgeanos citados en Inquisiciones de 1925, y a Norah Borges).

Se suicidó 1928 a los 23 años y sus `Obras Completas´ fueron editadas en  1931, contiene numerosas composiciones que seguramente iban a constituir un tercer libro e incluye Tono menor, Las tardes y  Últimos poemas. 

Aguará-í