Lotería del cielo

Domingo 3 de mayo de 2015
De chico se la pasaba mirando el cielo nocturno, como hipnotizado.
'Parece bobo -decía el padre- vive en la luna'. 'Dejalo. Fantasea como cualquier chico', lo defendía la madre.
Pero se pasó de rosca, porque la cuestión fue que el pibe escrudiñaba durante largas horas en silencio la bóveda oscura, y pensaba cosas raras, por ejemplo (inspirado por su primera luna llena) que como él, algún hombre primitivo también habría visto esa misma luna inalterable. Se sintió acompañado.
Cuando vio su primera estrella fugaz, su patología emitió señales, síntomas de mesianismo, porque mágicamente el artificio le achicó al 50 por ciento el universo en la retina. Cuando divisó, al azar, el errático giro de unos enigmáticos puntitos luminosos, el pibe se volvió ferviente defensor de la vida extraterrestre. Un 5 de enero, los reyes magos (siguiendo la buena estrella…) le trajeron una enciclopedia de astronomía, y al alba del 6 ya era discípulo de Tolomeo, ayudante de Galileo, aprendiz de Copérnico, y amanuense de Newton. Dibujó constelaciones y se aficionó a los cuentos de ciencia ficción. Se alimentó una temporada febril solamente de Wells, Asimov y Bradbury. Pero le faltaba algo. Recién cuando lo convocaron para ayudar a vaciar la casona de un tío lejano que ya era difunto para liberarla de trastos viejos, tuvo su primer telescopio. Lo encontró en el galpón, lo pidió como herencia, lo lustró y se fabricó una escalera al tanque de agua que, en adelante, fue su observatorio planetario y pasó a ser, dicho por lo bajo, el loco del barrio. Con su nuevo aparato cazó al paso cometas famosos, hablaba apasionadamente de los anillos de Saturno, de las lunas de Saturno.
Hace una semana se enteró que una nave rusa cae hacia la tierra, que se incendiará cuando llegue a la atmósfera pero que algunos elementos son muy resistentes y darán contra algún techo incierto. Desde entonces, cruza los dedos, como en la lotería, para que caiga en su tanque, en oposición al ruego universal desde que se conoció la noticia.

Aguará-í