Dos familias unidas por el dolor y la bronca en el cementerio La Piedad

Martes 31 de mayo de 2016

Dos familias y un mismo dolor. Con escasos minutos de diferencia entre ambos cortejos, ayer a la tarde fueron sepultados los restos de Abelardo Benítez (47) y Lidia Rodríguez (35), quienes fallecieron el domingo a la mañana como consecuencia de un siniestro vial ocurrido sobre la avenida Centenario -casi intersección San Martín- de esta capital.
La tristeza, la impotencia y la indignación fueron sentimientos compartidos entre los cientos de familiares, amigos y conocidos que se hicieron presentes en el cementerio La Piedad para despedir a las dos víctimas que fallecieron mientras viajaban en un remís Renault Sandero tras ser embestidos por un Toyoya Etios que iba al mando de un joven alcoholizado.
El primer momento emotivo de la tarde se dio minutos después de las 16, cuando llegó al cementerio el coche fúnebre que trasladaba los restos del trabajador gráfico y remisero Abelardo Benítez, acompañado por una caravana con más de 20 remises.

“Al menos 30 compañeros vinimos a despedir a nuestro amigo. Él trabajó en varias empresas y justo ese día empezaba en una nueva. Lo vamos a extrañar mucho, pero vamos a seguir luchando por él”, expresó uno de ellos apenas pisó el cementerio.
De entre los rostros tristes resaltaba el de Víctor Benítez, uno de los hijos de la víctima, quien es estudiante en el Seminario Diocesano Santo Cura de Ars y recibió el apoyo de sus 28 compañeros de estudio. Además, en la breve ceremonia también participaron el párroco de San Roque, Alejandro Cañete, y el párroco de Cristo Rey, Pablo Ptak. 
Luego fue el turno de la inhumación de Lidia Rodríguez (35), cuyo cortejo arribó al cementerio minutos antes de las 17. Su féretro fue sepultado bajo desgarradoras escenas de dolor.
La mujer residía junto a sus cuatro hijos de entre 5 y 16 años, quienes ahora quedarán al cuidado de familiares directos ya que su padre también falleció hace poco más de dos años.
Familiares residentes en Buenos Aires y hasta de Mendoza arribaron a esta capital provincial para dar el último adiós a Lidia. 
Casimiro Rodríguez (43), uno de los hermanos de la víctima, dialogó con El Territorio y no ocultó su bronca. “Es un momento muy difícil. Yo la semana pasada estuve prendido a la televisión con las noticias, porque me dijeron que el alcohol al volante se iba a terminar. Y ahora, mientras estaba laburando, me vengo a enterar de esta desgracia. Que un tipo, un maldito tipo, me sacó un pedazo de mí”, expresó.
“Hoy mi familia y toda mi gente está destrozada. Tenemos que suplicar esto porque la Justicia nos toma de pelotudos. Hoy mi familia, mañana no sé, pasado tampoco. La semana pasada estuvieron todos reunidos, sentaditos y aplicando el alcohol cero pero hoy mi hermana está ahí enterrada. Si no se ponen reglas claras esto va a seguir pasando. Yo quiero que alguien alivie mi dolor”, reclamó.
“Yo miraba por la tele esto. Un hermano, un tío, una prima, un sobrino, llorando lo que hoy toda mi familia está llorando. Pero si no actuamos como debe ser, mañana le puede tocar a otra familia. Se llevó dos vidas y dejaron a nueve chicos sin padres”, dijo.
Tras varios minutos a solas frente a la tumba de su hija, Francisca Leal también dialogó con este medio. Entre lágrimas que no cesaban, la mujer pidió con euforia que el caso no quede impune.
“Nosotros somos muy pasivos, pero basta. Hoy tengo cuatro nietos destrozados. Mi hija era una chica laburante, se ocupaba de su casa y de sus hijos como nadie. ¿Ahora quién me ayuda con mis nietos? Estoy segura que más tarde todos se van a olvidar de esta madre laburante que dejó cuatro hijos”, señaló.
Rodeada de sus hijos, nietos y sobrinos, la mujer añadió: “Lo que este imbécil le hizo a mi hija es imperdonable. Pero yo no me voy a callar. Basta”.

“La unión hace la fuerza”
Al final de la ceremonia, integrantes de las dos familias se unieron para dar un último adiós y planear acciones conjuntas para no dejar que las muertes sean olvidadas.
Ángela, una amiga de Lili, señaló que “a nosotros no nos interesa la plata. Este chico arrasó con dos vidas, casi tres. Eso tienen que tener en cuenta los jueces. Esto no va a quedar impune. Vamos a hacer marchas, a poner abogados, a cortar calles y a caminar porque la unión hace la fuerza”.
“Si realmente el intendente dijo Alcohol Cero, que haya y que se cumpla. Que haya control y no coima. Que no vuelva a manejar de por vida, sacarles el carnet por siempre, no por dos meses para que después vuelven a matar”, reclamó.
Según indicaron, la primera medida de reclamo se realizará hoy a partir de las 10.30, cuando los remiseros y taxistas que trabajaban con Abelardo Benítez se reúnan frente a la Municipalidad y luego frente a la sede de juzgados, ubicado por la calle Santa Fe.
“Yo antes miraba esto en la televisión, nunca pensé que a mí me iba a tocar. Yo quiero que me den una explicación de cómo un chico así salió tomado, pasó a 150 kilómetros por hora y mató. Y hoy sí, estoy animado a plantarme delante de cualquier juez y cantarle la verdad. Si en realidad hay justicia en la Argentina, lo haremos cumplir”, culminó Casimiro.


“Me senté y me puse a rezar, pensé que me iba a morir”
POSADAS. Seguramente una de las imágenes de la tragedia en la mañana del domingo, donde fallecieron los ocupantes del remís Abelardo Benítez (47) y Lidia Rodríguez (35), es la que se ve a Daiana Hipólito (23) momentos después del impacto, al lado del Sandero. La joven estaba con el rostro ensangrentado, en evidente estado de shock, con el auto en el que iba totalmente destruido por el encontronazo detrás y el remisero agonizando sobre el volante.
En diálogo con El Territorio, Daiana repitió varias veces que ante la escena, con vidrios incrustados en su cara, sangre por doquier y con una de sus amigas convulsionando, pensó lo peor. “Me senté y me puse a rezar, lo único que se me pasaba por la cabeza es que me iba a morir”, relató.
“Ahora estoy más tranquila, en el primer momento que pasó todo no caía”, recordó. En el día de ayer, se enteró de las muertes y por ello decidió asistir a ambos velorios acompañada de su madre.
 En cuanto a su recuperación,  expresó que “ tenía muchos vidrios en la cara... la doctora me dijo que ella misma se cortó la mano tratando de sacarlos. Tengo que esperar, hasta ahora no puedo hacer nada más que limpiarme y cuidarme las heridas”.
Sin embargo, su compañera Yesica A. (30) fue quien sufrió peores heridas, ya que los médicos le tuvieron que hacer 30 puntos de sutura.
Con respecto a los momentos posteriores al accidente, recuerda todo con total lucidez, contrariando incluso algunas versiones que expresaron que Lidia Rodríguez salió expulsada del vehículo luego de la colisión. “Yo estuve todo el tiempo consciente y la vi a Mili -refiriéndose a Lidia- dentro del auto. Después bajé y la vi a Yesica convulsionando, con el corte en la cabeza”, relató la joven.
Daiana memorizó que antes del accidente vivió una noche normal. “Yo organicé con Mili para salir, ella me pasó a buscar por mi casa y fuimos a Charly – un boliche de la avenida Corrientes - con un amigo. Salimos del boliche y le cruzamos a Yesi”, empezó contando.
“Como afuera del boliche era imposible conseguir un remís, nos fuimos a la vuelta, a la casa de mi amigo. Había uno estacionado y nos subimos. Yo en todo el camino fui jodiendo con el celular”.
Según dijo a este medio Daiana, las conversaciones en el móvil refirieron a decidir quién iba a bajarse primero para que Benítez eligiera la ruta más conveniente. Sin embargo, cuando llegaron al semáforo de Centenario y San Martín todo se desmoronó. 
“No hicimos mucho recorrido. En una de esas escuché que las chicas dijeron  “we mira ese” y cuando miré vi sólo la luz e inmediatamente el golpe. Ahí vi todo negro y después a Mili”, expresó Daiana sobre el momento justo de la colisión.
“Me bajé,  me senté en la vereda, me quedé un rato y cuando miré para un costado fue donde recién caí de todo lo que estaba pasando. Pensé que me estaba muriendo. Es más, agarré mi celular  y le dije a mi mamá que no sentía las piernas, que me sentía mal y que me lleven al hospital”, revivió la joven.
Rápidamente después del choque la escena fue rodeada por personas que le impidieron la salida a los del Toyota Etios, Ángel M. (20) – conductor- y Javier A. (20), quienes miraban absortos la escena, no pudiendo entender lo que estaba pasando.
“Me acuerdo que cuando bajé del auto, Yesi empezó a convulsionar, cayó del auto, quedó colgada convulsionando y nadie quería levantarla. Me acuerdo perfectamente esa imagen”, revivió. 
Con respecto al conductor y su amigo, Hipólito pidió: “Quiero que se haga justicia, que paguen por lo que hicieron. Nosotros estábamos paradas en un semáforo y dos inconscientes terminaron con dos vidas por nada”, concluyó.


“Es imposible estar en todos lados, igual vamos a perseverar”
Posadas. “Es imposible estar en todos todos. Igual, vamos a perseverar en los controles”. La frase le corresponde al secretario de Seguridad del municipio, Víctor Rutschman, en referencia al trágico accidente sucedido en la mañana del domingo en avenida Centenario y San Martín. El conductor alcoholizado que se llevó por delante la vida de dos personas y destruyó sus familias evidentemente hizo caso omiso a toda normativa vigente.
Las muertes de Abelardo Benítez (47) y Lidia Rodríguez (35) calan hondo en la sociedad que hace tiempo debate entre penas más duras, controles más estrictos y la necesidad de más educación vial. Los últimos accidentes tuvieron como denominador común al alcohol, la juventud, la imprudencia y el hecho de que se dieron en horas de la mañana.
Rutschman defendió a capa y espada la ordenanza de alcohol cero, que acarreó opiniones encontradas hasta su sanción el 28 de abril pasado. El 4 de mayo el intendente Joaquín Losada la promulgó y desde entonces rige en la capital provincial. Varios fueron los municipios que buscaron y buscan imitar esta normativa. En tanto, se hace evidente la necesidad de un cambio de hábitos más que la severidad de las ordenanzas.
De hecho, ayer la consternación de la gente a través de los medios de comunicación y de las redes sociales cargaba las tintas contra la eficiencia y validez de la normativa vigente, sobre los controles que realiza el Estado y la liviandad con que actúa la Justicia. Los taxistas, por ejemplo, se manifestaron frente al Concejo Deliberante en reclamo de mayor seguridad vial (ver “Taxistas...”).
“Debemos trabajar fuerte en la educación y en la concientización. El trabajo seguirá; vamos a redoblar los esfuerzos y a implementar campañas de educación vial en las escuelas. Vemos igual, por suerte, mucha gente cambia los hábitos y deja el auto cuando va a salir a tomar. Pero hay otra gente que todavía no entiende”, explicó el funcionario municipal y en ese sentido sostuvo que de 120 inspectores en la calle se aumentó a 180.
Los controles se realizan en forma rotativa y en diferentes horarios entre jueves y domingo. Sin embargo, uno de los factores que atenta contra los operativos es la proliferación de los grupos de whatsapp en los cuales sus integrantes se intercambian información sobre la ubicación del puesto de control, ya sea municipal o policial.
“Acá se necesita un cambio cultural. A los muchachos que están en esos grupos de whatsapp, les digo ¿cuál es la joda de evadir un control? La gente que está en esos grupos tiene que asumir su responsabilidad social. Porque si pasa información de un control y después hay alguien que va y choca, y mata, entonces hay son varios los responsables de los accidentes”, aseveró el director de Seguridad de quien depende la Dirección de Tránsito.

Taxistas piden más seguridad

Taxistas de Posadas realizaron ayer por la mañana una protesta, sobre la calle Bolívar entre Rivadavia y 3 de Febrero por el pedido de más seguridad en las calles. Los trabajadores del volante se manifestaron con corte de calle y bocinazos frente al Concejo Deliberante en reclamo de más controles que garanticen el desempeño de su labor, sobre todo ahora que con la implementación de alcohol cero la gente se mueve más en taxis y remises para evitar beber y conducir.




Lo premian con combustible al dar negativo en un control
MONTECARLO (Corresponsalía). Mientras los gobernantes buscan soluciones que permitan prevenir accidentes viales con desenlaces trágicos derivados del consumo de alcohol, la comuna de esta localidad decidió como medida preventiva, premiar durante el fin de semana a un automovilista de Montecarlo, quien en un control de alcoholemia dio negativo.
Lucas Sommer tiene 20 años  y fue reconocido el sábado por el municipio con 20 litros de combustible cuando al salir del boliche, y en medio de un control de  prevención realizado por la municipalidad local dio 0,00 gramos de alcohol en sangre.
Lucas es mecánico. Trabaja con su padre Héctor y practica handball tres veces por semana. Entre el deporte y el trabajo se hace tiempo para juntarse con sus amigos.
“Estoy re contento con el premio. Al boliche no voy mucho. Solemos juntarnos con mis amigos y comer y tomar algo compartiendo tranqui nomas. Este sábado fui solo al boliche y me encontré con ellos allá. No hacemos previa antes de boliche ni nada de eso”, contó el joven.
Respecto del premio que recibió dijo, “cualquier premio es bueno y  gratificante más aún si tiene que ver con prevención y el cuidado de nuestras vidas”.
El resultado del test se viralizó por redes como un ejemplo a seguir por los jóvenes de Montecarlo, donde una de las principales problemáticas es el alcohol en los jóvenes y en las fiestas nocturnas.
“Es para destacar la responsabilidad de este joven, en el operativo del control de alcoholemia efectuado a varios conductores a la salida de un local bailable, siendo alrededor de las 4  del sábado, destacamos la responsabilidad del mismo y desde el área de tránsito alentamos a seguir de esta manera. No sólo a este joven, sino también a todos los conductores”, indicó Ángel Ramírez, director de Seguridad Urbana y Calidad de Vida del municipio.
Si bien hay varios casos de alcoholemia negativo en los controles, desde la comuna destacaron este caso principalmente por ser a la salida de un local bailable.