“Si la soja sigue subiendo y avanza, la genética es un cultivo al acecho”

Domingo 8 de marzo de 2015

El coordinador del Programa Selva Paranaense de la Fundación Vida Silvestre, Manuel Jaramillo, señaló a El Territorio que actualmente existen en Misiones unas 10.000 hectáreas cultivadas con soja y que el crecimiento de esa actividad está limitada por la topografía del suelo misionero, la distribución de la tierra en pequeñas propiedades y la legislación en vigencia que prohíbe la deforestación.
Más allá de que hoy la soja represente menos del 1 por ciento del total del territorio misionero no es una cuestión para quedarse de brazos cruzados porque según explicó Jaramillo “si bien hoy el costo para invertir en soja en Misiones es mayor que el potencial beneficio con un  alto riesgo, si las variables del mercado se modifican, el precio de la soja sigue subiendo y empiezan a aparecer variedades de soja genéticamente modificadas con mayores rindes para las condiciones agrarias de Misiones, sin dudas la amenaza podría acechar”.
Durante el diálogo con este diario, el ingeniero forestal explicó que “el clima misionero no es condicionante para el cultivo de soja, que de hecho se hace y a gran escala en Paraguay  y en la provincia de Chaco con características meteorológicas similares a la de Misiones”.

Según Jaramillo, “el desarrollo sojero tradicional busca regiones de planicie para el fácil desplazamiento de la maquinaria que ocupan, como topadoras y cosechadoras, y en Misiones hay un suelo con constantes desniveles  que en principio dificulta el movimiento de esa tecnología”.
Luego agregó que la tenencia diversificada de la tierra con numerosas propiedades aún no escrituradas formalmente es otro gran freno a ojos de las empresas sojeras, que obviamente no quieren arriesgarse a  alquilar tierras que aún no tienen regularizada su situación legal”.
Pero según el representante de Vida Silvestre, la existencia a nivel nacional de la Ley de Bosques y en el plano provincial la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos son los grandes impedimentos legales a una extensión de la soja hacia toda la provincia, como ocurre por ejemplo en Chaco, donde se desmantelaron bosques nativos para sembrar este cultivo que hoy representa el sostén de gran parte de la economía argentina. Según Jaramillo, “actualmente gran parte de la conservación de la selva misionera está  siendo subsidiada por la deforestación de la región chaqueña hoy copada por la soja.”

Hecha la ley, hecha la trampa
El ingeniero forestal Jaramillo señaló que actualmente lo único que queda de la selva paranaense se encuentra en la provincia de Misiones, porque lo que existía en Brasil y en Paraguay ya fue totalmente desmantelada.
Frente a ese panorama alertó sobre la necesidad de “realizar una mayor fiscalización, control y sanciones para los que no cumplan con las leyes en plena vigencia, porque es sabido de que a pesar de las prohibiciones de desbosque que marca la ley siguen apareciendo  casos de incumplimiento”.
Jaramillo recordó que de acuerdo a dicha legislación hoy la selva misionera en pie está dividida en tres categorías que definen lo que se puede o no hacer en cada uno de esos rangos: hay 220 mil hectáreas que corresponden a la zona roja, que son las más protegidas, donde no se pueden hacer intervenciones que modifiquen ese ecosistema; otro millón de hectáreas donde sólo se pueden hacer actividades de uso sustentable y finalmente unas 400.000 hectáreas que podrían ser desmontadas previa presentación de planes que lo justifiquen e inclusive de audiencias públicas para el caso de extensiones importantes de tierra.
Jaramillo destacó que este año se cumplen 5 años del relevamiento que se hizo en Misiones y que clasificó a sus bosques en esas tres categorías; y según marca la ley se debería hacer un nuevo estudio para saber efectivamente cómo siguen hoy esos bosques. 

Escenario adverso
Algunos ingenieros agrónomos consultados por este medio dieron su punto de vista sobre un escenario negativo para producir soja a gran escala en Misiones.
Uno de los puntos negativos es la productividad de la tierra misionera, que es muy inferior a la de la Pampa Húmeda, lo cual dejaría un margen de ganancia inferior.
Por otra parte, los principales problemas se encontrarían en las características de las chacras y la topografía de terreno. De acuerdo a datos de los últimos censos, la extensión promedio que tienen las chacras de los productores misioneros asciende a unas 74 hectáreas por productor, una de las dimensiones más chicas del país, a diferencia, por ejemplo, de los chacareros de Santa Fe que cuentan con propiedades en promedio de 400 hectáreas cada una. La soja se planta en extensiones que en general superan las 200 hectáreas para obtener rendimientos razonables, y lograr los requisitos administrativos para exportar.


El perfil
Manuel Jaramillo
Es ingeniero forestal  egresado de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Realizó estudios de postgrado en biodiversidad, conservación, gestión de especies y hábitat en el Instituto Centro Iberoamericano de la Biodiversidad de la Universidad de Alicante en  España donde alcanzó el Diploma de Estudios Avanzados y la suficiencia investigadora.
Fue miembro del Área de Gestión Ambiental del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (Ciefap) y desde fines del año 2004 se desempeña como coordinador del Programa Selva Paranaense de la Fundación Vida Silvestre Argentina en la oficina regional de Puerto Iguazú, desde donde ha liderado la formulación y ejecución de 25 proyectos, financiados por diversos donantes,  orientados a la conservación de la selva misionera y al desarrollo sustentable de la provincia.


En los ministerios no hay datos de cuánta soja se planta en Misiones
POSADAS Y BUENOS AIRES (redacción central y corresponsalía). El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca  de la Nación y el Ministerio del Agro de la Provincia no tienen datos sobre la producción de soja en Misiones.
Fuente del organismo nacional señalaron a El Territorio que no tienen información sobre la presencia del cultivo de soja en la provincia de Misiones y tampoco estudios estadísticos o informes que muestren parte de esa realidad.
Desde la cartera que conduce Carlos Casamiquela  poco y nada se sabe sobre el desarrollo de algunas experiencias sojeras en la provincia a la que se sigue viendo solamente como productora de yerba, tabaco, té y sobre todo bosques cultivados.
Mientras que desde el Ministerio del Agro y la Producción, que conduce José Luis Garay, explicaron que hoy no cuentan con información confiable sobre la producción que se expande en el Nordeste de la provincia.
Ante la consulta realizada por este medio solicitaron unos días para hacer un “primer sondeo y tener un número aproximado de hectáreas plantadas”.
Según datos extraoficiales hay entre 5000 y 7000 hectáreas plantadas, aunque estimaciones de la Fundación Vida Silvestre consideran que ya se llegó a las 10.000 hectáreas con soja en Misiones.