“La escuela técnica es el mejor camino para un futuro de trabajo”

Domingo 10 de agosto de 2014

Javier Krombauer (38) es egresado de la Escuela Provincial de Educación Técnica (Epet) N° 3 de Oberá y actualmente se desempeña como docente en la Epet N° 35 de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón.
Luego de recibirse de técnico mecánico electricista, cursó hasta cuarto año de la carrera de Ingeniería Electromecánica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones.
Es un docente comprometido con su comunidad educativa, donde los recursos escasean pero sobran las ganas de salir adelante. Se desempeña en doble turno como profesor de taller y también se hace tiempo para trabajar como electricista particular.

Fue el responsable de la instalación de los sistemas de iluminación del estadio del Oberá Tenis Club (OTC), de la cancha del fútbol del Complejo Deportivo Municipal Ian Barney y de los polideportivos del Instituto Concordia y del Instituto Gentillini de San José, entre otros.

Golpe al esfuerzo
El mes pasado fue víctima de la inseguridad, que golpea fuerte en esta ciudad. Desconocidos rompieron una ventanilla de su camioneta y le robaron una bomba de vacío que utiliza para la instalación de aires acondicionados, una perforadora y la caja de herramientas.
“Fue un golpe duro, porque todo cuesta y en un minuto te hacen un daño enorme. Pero ese mismo día estaba trabajando, porque no se gana nada lamentándose”, reflexionó.
Su vocación docente se complementa con una condición solidaria que se hizo presente en la reciente crecida del río Uruguay. Su padre reside en la localidad de San Javier y la inundación llegó a 40 metros de su casa, lo que le hizo dimensionar la magnitud del problema y se involucró con la ayuda a los damnificados. 

Trabajo y vocación
Con un grupo de amigos y la familia, juntó elementos para donar a los evacuados.
El 9 de julio entregaron las donaciones y decidió dar un paso más. Fue así que surgió la idea de sumar a docentes y alumnos de la Epet N° 35.
“Nos propusimos a ayudar a las familias inundadas con la reparación de la parte eléctrica de sus casas, pero nos chocamos con que el Iprodha se encarga de la obra completa y no pudimos avanzar. La verdad que nos dolió, porque quisimos ayudar y no pudimos”, lamentó.
Krombauer ponderó la capacitación en las escuelas técnicas y la salida laboral que ofrecen, una alternativa inmejorable para los alumnos de Villa Bonita, una comunidad humilde donde son mayoría los obreros rurales.
Comentó que “los chicos buscan contención y es muy reconfortante cuando ves que aprenden”.
Añadió que “el alumno que llegó a cuarto año se pone exigente y quiere aprender más”.
A través de la educación, consideró el docente, los jóvenes “se dan cuenta de que pueden salir adelante con dignidad y ganarse su plata con sus propias manos”.
Además, valoró los beneficios de una carrera secundaria con salida laboral, ya que tras seis años de instrucción, los alumnos egresan con amplia capacitación en electromecánica, lo que les otorga una  herramienta fundamental para abrirse camino. 
“Tengo un amigo que se recibió en la Epet y después se pagó la carrera de odontología trabajando como electricista, y ese es sólo un ejemplo de lo que se puede lograr con la educación”, graficó.
Si bien cuentan con una infraestructura aún limitada, destacó el avance de diferentes proyectos, como la construcción de una plaza saludable y de un letrero en el acceso de Villa Bonita, a cargo de alumnos de cuarto año.
Mientras, los estudiantes de primero y segundo años trabajan en el diseño y fabricación de juguetes de madera para el Día del Niño. Es una alternativa para obtener ingresos y para adquirir experiencia en el proceso de fabricación.
El docente analizó que “nuestros chicos viven en un entorno difícil, donde hay carencias y problemas como las drogas. Y reflexionó: “Por eso pienso que la escuela técnica es el mejor camino que tienen los jóvenes para salir adelante y tener un futuro de trabajo”.


Emprendedora y madre a tiempo completo, la receta de Nalia
SANTO TOMÉ. “Tuve que dejar de lado muchas cosas para salir adelante”, relató Nalia Saleh Ríos (35), que es encargada de un local de créditos, abrió una rotisería, y además de las horas que dedica al trabajo, es madre a tiempo completo de dos niños.
Hace cosa de tres meses, en una reunión familiar, un amigo  le propuso desarrollar un local de comidas.
Nalia ya tenía un trabajo de encargada en una empresa de créditos, y decidió darle para adelante con el proyecto gastronómico.
Su amigo le encargó ponerse al frente de la rotisería, en la casa que pertenecía a los padres de él, y también integrar a la hermana de Nalia, Yamila, que se recibió de chef en Buenos Aires. El desafío era grande, pero decidió afrontarlo.
Las primeras semanas no fueron fáciles. Compras, inversiones, reparaciones en la casa, organización, cuentas, definición de menús.
Y todo en paralelo con el trabajo de doble jornada. Se sucedieron algunos viajes a Posadas para comprar equipamiento e insumos para poner en marcha el negocio. 
“Yo buscaba tener otra alternativa laboral, tener un ingreso extra. Eso da más tranquilidad para el presente y para el futuro”.
Y continuó: “Antes pensábamos en un servicio de catering, que no descartamos poder desarrollarlo  en algún momento, pero por ahora tenemos todas las expectativas en la rotisería”, señaló Nalia.
Sabor a Mulher se llamó este sueño. Y llegó el día de la inauguración.
Las mujeres estaban más que felices, aunque de a ratos se vieron superadas por los pedidos de los comensales. No paraban las solicitudes de platos. 
Las semanas que siguieron no fueron más tranquilas.
 Un día de Nalia arranca muy temprano, cuando llega la señora que cuida a sus hijos, y parte a abrir la oficina. Allí está hasta mediodía. Vuelve a su casa y lleva a su hija a la escuela. Regresa, almuerza y duerme una breve siesta.
Y otra vez en pie, vuelve a la oficina hasta entrada la noche, cuando cierran.
A veces, durante la tarde, busca a su hija de la escuela, otras veces la niña vuelve en transporte. Regresa a su casa, organiza el  hogar y a las 20.30 ya está en la rotisería. Allí le espera un largo cierre de jornada, hasta las 2 de la madrugada. Algunas veces lleva a sus hijos con ella a la rotisería, donde hacen la tarea y planean el día siguiente, y vuelven dormidos a la casa. El despertador vuelve a sonar al otro día a las 7.
“Hay días que realmente me levanto con todas las pilas y digo 'hoy será un gran día hay muchas cosas para hacer'”.
Lo cierto es que el cansancio se hizo notar, y durante la semana pasada debió acudir a un médico por contracturas y estrés.
Y después enfermó uno de sus hijos, y sintió que debía bajar un cambio. “Emocionalmente me vi afectada o superada por las obligaciones, y eso se reflejó en mi estado de salud”, dijo.
“Hace unos días, por cuestiones del clima, mi hijito más chico de 3 años sufrió una complicación de salud, pero gracias a Dios y a toda la gente que me rodea, estuvimos bien cuidados y acá estamos, otra vez en marcha”.
En cuanto a la rotisería como proyecto paralelo y para el futuro, la trabajadora dijo: “Esta nueva etapa que arranqué, que fue más que nada para darle un empujón a mi hermana, a la que considero mi primera hija, resultó un desafío importante. Mucho tiempo le dedicamos a algo totalmente nuevo, y tenemos todas las expectativas.
En relación a su vida más allá del trabajo, reconoció que  no para de lunes a lunes. “Puse todo de mí en el trabajo, porque veo el futuro de mis hijos reflejado ahí y eso da mucha fuerza”, aseguró.
Añadió que “mi hija mayor,  Rocío, tiene nueve años y sueña con ser chef como la tía y también  peluquera”.
Respecto a trabajar con miembros de la familia, indicó que “hubo discusiones, como pasa con todos los hermanos, hubo caras largas, pero fuimos limando asperezas. Cuando me propongo algo, hasta que no sale, no lo dejo”.
Por otro lado, recalcó que “todo camino en serio es así, difícil... Soy creyente en Dios y me considero una soñadora”.
En cuanto a cómo se ve en cinco años, Nalia proyectó: “Como una mujer con mucha experiencia y otros grandes negocios. No quiero parar de trabajar y sobre todo quiero enseñar a mi hija con el ejemplo a ser una mujer emprendedora e independiente, que salga siempre adelante”.