Graciela Niskanen, heredera de la lengua finlandesa

Domingo 1 de marzo de 2015
Visita a Finlandia en 2013. | Graciela Niskanen junto a su primo.

Los primeros inmigrantes finlandeses arribaron al país en 1906. Luego, la mayoría se trasladó a la provincia de Misiones, donde fundaron la histórica Picada Finlandesa.
Ubicada a unos 25 kilómetros de Oberá, esta colonia cobijó durante varias décadas a los primeros inmigrantes finlandeses y a sus descendientes. Hoy unos pocos mantienen vivas las tradiciones de su lejano país de origen.
Graciela Niskanen es nieta de inmigrantes finlandeses y se crió hablando la lengua de sus ancestros. Es reconocida como la única descendiente de la colectividad que domina el idioma. 

Fue así que durante varios años dictó clases de finlandés en diferentes instituciones y creó un coro para interpretar canciones en la lengua de sus abuelos. Participó con sus chicos en los festejos por el centenario del arribo de los primeros inmigrantes y tuvo un gran suceso, al punto que fue la protagonista de un documental que se difundió en Finlandia. 
“Tiempo después, gente de un coro de allá se contactó conmigo para decirme que querían venir a cantar a Misiones y si les podía ayudar a organizar. También querían traer donaciones para una escuela. Vinieron, actuaron y trajeron las donaciones, salió todo muy bien y seguimos en contacto”, relató Graciela.
Y así fue. El reconocimiento de los integrantes del corro finlandés fue tal que en 2013 le regalaron un viaje a la tierra de sus abuelos para ella y una hija, con todos los gastos pagos. “Conocer Finlandia era el sueño de mi vida y lo pude concretar, y gracias al idioma que me abrió la puerta”, subrayó emocionada.
Durante más de un mes, tiempo que duró la excursión por el viejo continente, conoció a parientes y lugares donde vivieron sus antepasados. “Me decían que hablo el finés puro, de hace cien años. Como en todos los países, cada región tiene una tonada que varía, pero el idioma es el mismo y me comuniqué de maravillas”, remarcó.
Algo alejada de la enseñanza por cuestiones de salud, reconoció que el idioma se fue perdiendo con los últimos descendientes de los pioneros. “Pero mi bisnieta de tres años habla muy bien porque desde que nació yo le hablo sólo en finlandés”, contó con una sonrisa de satisfacción.