El poder de la Justicia

Martes 16 de septiembre de 2014
La semana que está comenzando se presenta intensa en el ámbito judicial. Ayer fue dictada la sentencia en un resonante caso de abusos sexuales cometidos por un profesor de tenis y hoy comenzará el juicio por el no menos resonante caso Mercol, el joven que murió tras recibir una paliza en un boliche de Posadas (página 24). La irrupción nuevamente en la primera línea de la escena pública de estos temas tan sensibles y con tanta repercusión social hace que labor de la Justicia sea puesta bajo la lupa de manera especial. Y en ese contexto, aparece como fundamental que ese poder del Estado logre transmitir confianza en cuanto a su accionar al conjunto de la sociedad, por cuanto es el último pero fundamental reaseguro para todos los ciudadanos. Las condenas en casos aberrantes como los de abusos sexuales pueden parecer bajas, sensación extensible a casi todos los casos en los que el daño causado es irreparable, pero más allá de ese aspecto, lo primordial es que los delitos se esclarezcan, se logre dar con los culpables, se demuestre esa culpabilidad y se aplique en consecuencia una condena. Por eso, más allá de que quince años de cárcel pueda parecer poco a algunos -o mucho quizá a otros-, lo importante es la sensación de no impunidad que siempre transmite una sentencia con condena -aunque a veces se demore más de lo aceptable-, sobre todo ante los delitos más aberrantes y dramáticos. Desde hoy la expectativa se centra en el caso Mercol, donde vuelve a ser fundamental que se esclarezca totalmente el hecho y se dicte una justa sentencia, para que la sociedad pueda reafirmar su confianza en el Poder Judicial.

Carlos Serenelli
Editor de El País y el Mundo
cserenelli@yahoo.es