Barack Obama y Mitt Romney llegan empatados a elecciones

Lunes 5 de noviembre de 2012
A unas horas. | Ambos candidatos estaban en busca de los votos indecisos. | Foto: AP
El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney estaban metidos de lleno ayer en una intensa ofensiva proselitista por todo el país en los estados que siguen indecisos, y ambos predicen que ganarán en una contienda que sigue demasiado cerrada para declarar un ganador a sólo dos días de las elecciones.
Las encuestas nacionales muestran que la lucha por el voto popular para las elecciones del martes está tan cerrada que sólo uno o dos puntos estadísticamente insignificantes separan a los rivales.
Pero la mayoría de los sondeos en los estados en juego, en especial los del centro del país como Iowa, Wisconsin y Ohio, presentan a Obama con una ligera ventaja, dándole un camino más sencillo hacia los 270 votos del colegio electoral que necesita para ganar.
Ningún republicano ganó la Casa Blanca sin llevarse Ohio.
En el sistema electoral estadounidense, el ganador no se determina por el voto popular a nivel nacional, sino en competencias estado por estado, por eso los estados “péndulo”, que no son sistemáticamente ni republicanos ni demócratas, tienen extrema importancia en una contienda así de cerrada. Romney y Obama de hecho están compitiendo por ganar al menos 270 votos electorales, los cuales se determinan con base en la población de cada estado y su representación en el Congreso.
Esto eleva la posibilidad de que suceda lo mismo que en las elecciones de 2000, cuando el republicano George W. Bush ganó la presidencia por una mayoría de votos electorales, pero el demócrata Al Gore tuvo una ligera ventaja en el voto popular.
La última encuesta nacional de NBC/Wall Street Journal, realizada del 1 al 3 de noviembre, muestra a Obama con 48% de apoyo de posibles electores y a Romney con 47%. El sondeo tiene un margen de error de 2,55 puntos porcentuales.
La economía fue el tema dominante de la campaña a pesar de los desvíos a los temas sociales y de política internacional.
A finales de esta semana se dio a conocer el más reciente reporte del mercado laboral antes de las elecciones de mañana dando una última imagen de la economía al mostrar que se crearon 171 mil  empleos y que más de medio millón de estadounidenses se unieron a la fuerza de trabajo.
Sin embargo, la tasa de desempleo de 7,9% es todavía un poco mayor que cuando Obama llegó a la Casa Blanca.


La situación del país para el próximo mandatario

WASHINGTON. El próximo presidente de Estados Unidos tendrá la presión de generar las condiciones que den trabajo a millones de desempleados, reducir la galopante deuda federal, terminar con una guerra en Asia, unir a un país dividido y evitar que Irán obtenga ojivas nucleares.
Y esos son solamente algunos de los problemas que tendrá que encarar inmediatamente después de jurar el cargo.
La tarea que comenzará inmediatamente después de los comicios de mañana podría determinar si la Casa Blanca y el Congreso impedirán que el país vuelva a caer en una recesión el próximo año.
Si los legisladores y el nuevo gobierno no adoptan con urgencia las medidas apropiadas, una amplia gama de aumentos fiscales y recortes presupuestarios entrará en vigencia en enero, endureciendo la vida de millones de familias y poniendo en peligro la ya debilitada recuperación económica.
Gane o pierda, el presidente Barack Obama permanecerá en la Casa Blanca hasta el 20 de enero del 2013, por lo que el “abismo fiscal” será enteramente problema suyo. Empero, el republicano Mitt Romney querrá hacer aportaciones en este asunto como presidente electo si gana.
La economía, estable pero aletargada, encabezará la agenda del nuevo mandatario y toca todos los aspectos que dominaron la campaña: seguridad para la clase media, creación de empleos, valores, impuestos, oportunidad de una vida mejor.


La TV fue una gran ganadora

Un millón de anuncios. Más de mil millones de dólares. Diez estados en juego.
Estas impactantes cifras relatan la historia del bombardeo publicitario por televisión durante la campaña presidencial de 2012. Nunca antes se había gastado tanto dinero en comerciales enfocados en tan pocos electores. Los anuncios de televisión fueron la principal herramienta de comunicación para las campañas del presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney, a pesar de la gradual pero persistente migración de los espectadores de la televisión a internet. Las dos campañas, los partidos políticos y sus grupos aliados independientes transmitieron 1.015.615 anuncios entre el 1 de junio y el 29 de octubre.
Los candidatos, partidos y diversos grupos invirtieron más de 1.080 millones de dólares en comerciales desde abril, de acuerdo con datos compilados por analistas de los medios.