La fantástica aventura de leer

Domingo 14 de julio de 2013
“De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin dudas, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación. Y es una de las posibilidades de felicidad que tenemos los hombres”, reflexionó alguna vez Jorge Luis Borges, el gran escritor y poeta argentino admirado mundialmente.
Las obras completas de Borges y los grandes clásicos de la literatura universal se congregan en la XXXVI Feria Provincial de Libro, que concluye hoy en la Casa del Bicentenario y la Cultura de Oberá. Pero el tradicional evento también alberga un heterogéneo mundo donde conviven la ficción con la realidad, la historia y los avances tecnológicos, la ciencia con la religión. 
Los libros no tienen prejuicios y en sus páginas el pensamiento fluye libre, sin ataduras y ceñido solamente a los límites de la imaginación humana. Y la Feria del Libro aglutina el universo entero de las letras. En una de las mesas, de cualquier expositor al azar, pueden convivir Edgar Allan Poe con Horacio Quiroga y Julio Cortázar; y al lado nomás, un tomo de la cocina de Utilísima, un libro de autoayuda y un curso de jardinería.
“Se vende de todo: best sellers, clásicos, regionales, infantiles. Noto que la feria va creciendo año a año, a la gente le gusta venir a ver los libros y se vende. En lo personal, en esta edición vendí entre un 30 y un 40 por ciento más que el año pasado”, precisó Mario Panasiuk, de la librería Leyendo Libros.
Como es tradicional, en horario escolar entre semana, la carpa de los expositores se inunda de guardapolvos y uniformes. El ambiente se alborota, los chicos miran, preguntan y ojean, confirmando la fascinación que aún despiertan los libros en tiempos de computadoras e internet.
Muestra de ello es que el libro más vendido de la feria es Cuentos de terror para Franco, de Hugo Mitoire, en sus siete tomos. “El lunes pasado Mitoire presentó el séptimo tomo y después vino al stand a firmar ejemplares. Había una fila enorme de chicos esperándolo como media hora antes y algunos se trajeron los siete tomos para que los firme. Se fue feliz, pero con la mano dolorida de tanto firmar”, contó Panasiuk con una sonrisa de satisfacción.
De todo para todos. Así como la oferta, el público de la Feria Provincial del Libro también es variado. Los hay fanáticos de la lectura, lectores circunstanciales, curiosos y otros que van por primera vez.
“Algunos se llevan un libro porque les llama la atención el título o la ilustración de la tapa”, reconoció un expositor.
Hay ofertas, promociones y con 30 pesos se puede comprar un buen libro. Sólo es cosa de recorrer un poco. “A la gente de Oberá realmente le gustan los libros y la lectura. Es un público muy lector, nada que ver con Posadas, donde la verdad se vende poco”, reconoció Julio Pérez, de la librería del Instituto Montoya, que desde los primeros años participa del evento.
Comentó que la feria arroja buenos dividendos en cuando a ventas y promoción, ya que se generan vínculos comerciales que perduran.
“La temáticas son varias: clásicos, regionales, infantiles. Hay público para todo y se renueva. Estos días vino un nene, de unos doce años, y me pidió algo para leer pero que no sea tan infantil, sino que buscaba algo más elaborado. Eso habla de un nivel cultural y no es un caso aislado, pero mucho depende de los padres y que incentiven la lectura en sus hijos”, opinó el librero.
Ingenioso y ecológico. Entre las novedades de la XXXVI Feria Provincial del Libro se destacó la incursión de la Editorial Boa, de Susana Marianetti, una exestudiante de Genética que se autodefine como “cartonera” y recicla papeles para imprimir sus libros.
Escritora y actriz de teatro, vivió tres años en Nueva Zelanda y al regresar a Posadas se dio cuenta de que tenía mucho papel guardado, viejos apuntes de la facultad que pensó cómo reutilizar. Así empezó fabricando cuadernos y agendas, hasta que hace nueve meses se le prendió la lamparita: “En mi grupo de teatro somos varios escritores y pensé por qué no editamos nuestros propios libros. Hoy ya tenemos publicadas seis ediciones de cinco autores diferentes”.
Susana llegó a Oberá acompañando a Lérida Castaño, una escritora no vidente que presentó la segunda edición de su libro “Amanece”, editado artesanalmente y con papel reciclado, tal el espíritu de Boa.
“Salgo con bici a buscar cartón y así comienza el proceso”, contó la promotora de la idea, al tiempo que reconoció: “Lo más difícil es producir y que salga, dependemos mucho del boca a boca”. Sin dudas una iniciativa que vale la pena apoyar por su costado ecológico, cultural y de autogestión.
De Chaco a Oberá. El mismo camino transita Germán Hotes, un chaqueño que está por segundo año consecutivo en la feria obereña. Escritor, músico y dibujante, contó orgulloso que vive de lo que le gusta.
Lleva editados tres libros de narrativa y uno de dibujos. “El último lo edité con Huerta Gráfica, una editorial de Oberá. La verdad que me gusta mucho venir acá porque reciben bien mí obra. Es un espacio muy interesante por la variedad que hay”, destacó el polifacético artista.
Al lado se ubica el stand de Bonsai Ediciones, con sus diminutos libros de bolsillo, ya un clásico de la feria obereña. “Venimos hace cinco años y volvemos porque nos va bien”, señaló sin rodeos Daniel Pontoriero. Clásicos como el Principito o Martín Fierro son algunos de los más solicitados, y los precios van desde 18 a 52 pesos. Los libritos de Bonsai caben en la palma de una mano pero contienen el universo entero.
Otra visita imperdible es el espacio de la Revista Sudestada, surgida en plena crisis del 2001 y aún de pie a pesar de no contar con publicidad ni aportes del Estado. Es totalmente autogestionada y en sus tapas aparecen figuras como el Che Guevara, el Indio Solari, Eduardo Galeano o Luis Spinetta, íconos de la cultura latinoamericana.
Y así transcurre la Feria del Libro, que se despide hasta el próximo año, en el que volverán  a estar presentes los clásicos, las novedades, y por supuesto un sinnúmero de público de todas las edades.
Niños, adultos y la vida que aún deja resquicios para la fantástica aventura de leer.