Desprendimientos en muro de Yacyretá generó inquietud

Lunes 11 de marzo de 2013
Río sucio y un poco más alto. | En Ituzaingó no se sintieron los efectos. | Foto: Matías Sánchez
(corresponsalía y redacción central). El desprendimiento de tierra en el muro de contención de la represa hidroeléctrica Yacyretá despertó la inquietud en ambos márgenes del río Paraná, ya que se temió por la estabilidad de la presa, aunque desde la Entidad Binacional (EBY) aclararon que no corre riesgo.
De acuerdo a lo informado por el diario paraguayo ABC Color, pobladores ribereños debieron ser evacuados, aunque en Ituzaingó no se evidenció más que un ligero crecimiento del río (desde Prefectura señalaron que está estacionado en 1,94 metros) y la suciedad de las aguas tras las tormentas de los últimos días.
En un comunicado, la EBY señaló que el deslizamiento de tierras se dio aguas abajo de la presa, en cinco lugares específicos.
Explicó además que los 180 milímetros de lluvia caídos desde el viernes hicieron subir el caudal, y que la cobertura vegetal del talud, a causa de la sequía de los meses precedentes, no estaba lo suficientemente firme.
Aclararon además que la tierra desprendida no entró en contacto con el agua del embalse, por lo que no significa peligro para el muro de contención.
Finalmente, el comunicado señala que la empresa encargada del mantenimiento reparará la zona afectada cuando las condiciones climáticas lo permitan.

“A 500 metros de las turbinas”
El diario ABC Color publicó ayer que “el muro de contención se desprendió a 500 metros de las turbinas hacia la ciudad de San Cosme y Damián”.
Agregó que “el hecho motivó a abrir las compuertas de la hidroeléctrica, con el fin de evitar un daño a la represa; lo cual provocó la inundación de algunas zonas ubicadas aguas abajo. Los pobladores fueron evacuados”.
Según fuentes consultadas por el medio paraguayo, “los muros podrían haber caído” si el desprendimiento hubiese sido mayor, lo cual fue desmentido por la EBY.
Por su parte, el diario Última Hora señala que no hubo evacuaciones, pero sí que las poblaciones aledañas están en alerta por el crecimiento del río, y que los habitantes de la isla San Pablo (unos 70 pescadores) fueron notificados del riesgo que corren.