Rauber: “No es una despenalización”

Domingo 22 de abril de 2012
Fue el creador en el ámbito del Observatorio de Drogas del Ministerio de Salud Pública de Misiones, del Anuario del Narcotráfico, el cual se imprimió por años de manera consecutiva hasta su retiro en 2009. En los gordos documentos anuales, se concentraba toda la información estadística y legal sobre las producciones, los contrabandos, la comercialización y el consumo de las drogas en las últimas décadas en la provincia, la región, el país y los principales países del mundo. Guido Rauber sigue, de todos modos, cumpliendo de la misma manera con ese mismo trabajo de recopilación de datos y análisis de las drogas y sus consecuentes impactos sociales.
Imagen ampliable Rauber explica que la Ley 23.737 promulgada el 10 de octubre de 1989, y a poco más de 20 años de su vigencia, “posiblemente sea derogada al igual que algunas modificaciones posteriores por un Proyecto de Ley ingresado a la Cámara de Senadores, cuyo texto algunos consideran como el de ‘la despenalización de las drogas’, cuando en realidad no es así”.
Quien tiene sus propias fuentes oficiales y extraoficiales para seguir de cerca las conductas narco y las fuerzas, asegura que “en ciertas provincias, la Policía logra verdaderos récords en el total de los procedimientos realizados, pero admitámoslo, a expensas de ínfimas cantidades de substancias incautadas portadas con el objetivo de un ‘consumo personal’”.
“Para el caso, veamos sino los dos procedimientos realizados este 17 de abril en Corrientes, donde se incautaron 1 gramo en uno de ellos y 2 gramos en la otra intervención.  La adicción es un problema de salud y esa represión a la tenencia para el consumo personal no ha ni va a solucionar el problema. El consumo personal se cuantifica en base a las Prevalencias del Consumo de determinada substancia en cierto grupo poblacional: escolarizados, detenidos, etcétera”, explicó Rauber.
Y reafirma con datos, lo que sucede desde la vigencia de la Ley 23.737: “Las prevalencias del consumo no han dejado de crecer, para el caso de la marihuana, en Misiones, la Prevalencia de Vida (han consumido alguna vez) en los escolarizados de Nivel Medio, en 2001, fue del 2 por ciento; en 2005, fue del 3,5; en 2007, del 5,1 y en 2009, del 10. En tanto que la Prevalencia del Consumo Actual, en 2001, fue del 0,3 por ciento y en 2009, del 2,7. Las cifras hablan por sí solas”.
Para el exdirector del Observatorio de Drogas de Misiones, esos números “nos indican que las políticas preventivas surgidas de la Sedronar a partir de su operatividad dispuesta por Decreto 649/91 y sobre la base conceptual de la Ley 23.737, no ha logrado los objetivos enunciados como ‘Misiones y Funciones’”.
“Considero que es necesario un debate nacional en ambas cámaras que contribuya que “la adicción sea considerada un problema de salud; que el detenido con alguna substancia psicoactiva en cantidades que por sentido común debe ser considerada de uso personal no pase a engrosar las estadísticas que lo dejan estigmatizado como un detenido por drogas. En este sentido, el Proyecto de Ley, constituye un aporte que merece ser analizado por expertos que asesoren a los legisladores que deberán decidir”, agregó.
Rauber, certificado especialista en lucha contra el narcotráfico por la Universidad Católica de Salta, en 1992, también advierte que “dado que es imposible erradicar totalmente el consumo de las drogas, y para que las prevalencias del consumo no sigan evolucionando, será necesario desarrollar nuevas políticas que contribuyan  a reducir el nivel del flagelo que nos toca vivir. Para ello, se deberá reformular y reestructurar la Sedronar”.


Opinión
Claudio Izaguirre
Presidente Asociación Antidrogas de la Argentina

“Beneficios para el narco”
H ace algunos días atrás cuando se reunieron Obama con la Presidente Cristina Fernández, también se escuchó una referencia sobre el tema drogas al mandatario norteamericano, quien anunció que la política sobre sustancias tóxicas viraría hacia la prevención y la asistencia de adictos, despenalizando el consumo.
Aquí se tomó tal comentario como una novedad que fue aprovechada desde los grupos liberalizadores de drogas para tergiversar los dichos y acomodarlos a sus deseos.
Sobre este punto en particular, desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina habíamos avisado el pasado 8 de febrero de 2011, tras una reunión con Ken Forder (secretario para asuntos militares de la Embajada Norteamericana en Buenos Aires), que el Presidente Barack Obama pretendía para el 2013 invertir en toda América el mismo caudal económico en prevención y asistencia que en represión al narcotráfico.
Obama pretende despenalizar al consumidor de drogas, cosa que Argentina ha hecho ley en octubre de 1988, a través de la 23.737, la que rige hasta nuestros días y que pretende ser derogada por los liberalizadores en los próximos meses.
El primer mandatario norteamericano, también pretende para 2013 que el consumidor de drogas sea atendido por las obras médicas como lo que es: un enfermo; cosa que Argentina viene haciendo desde 1995 a la fecha, dado que el 8 de marzo de 1995 se sancionó la Ley 24.455, que dio formato a nuestra idea política.
El lector pensará que quien escribe esta editorial ha leído mucho sobre el tema, pero no es así, sucede que he participado no solo en la creación del la Ley 23.737 como en la Ley 24.455, que fuera redactada en la Sedronar en 1992 bajo la supervisión del Doctor Alberto Lestelle.
En Argentina lo que pretende hacer Aníbal Fernández, es despenalizar “la tenencia” de drogas, desvincular jurídicamente “la compra” de drogas, desincriminar penalmente “la entrega gratuita” de estupefacientes. Además ofrece un marco jurídico para que actúen los grupos de Reducción de Daño, quienes tienen como tarea específica enseñar a los jóvenes argentinos cómo consumir drogas con éxito, lo que es imposible dado que la persona que ingiere drogas cada vez necesita mayor dosis para idéntico efecto. Por otra parte desde el Congreso Nacional se pretende, bajo el paraguas de la despenalización de la tenencia de drogas permitir libremente la plantación de marihuana en todo el territorio nacional, presentándola como una hierba inocua que a su vez es supuestamente medicinal.
Debo aclarar que la marihuana es altamente adictiva y la droga más difícil de dejar; es la sustancia con la que los adictos en recuperación recaen y por otro lado la cannabis es creadora de paranoicos, psicóticos y esquizofrénicos dado que afecta la parte frontal del cerebro encargada de inhibir los instintos animales del ser humano. Con la marihuana el usuario va mutando su personalidad hasta convertirse en un esclavo improductivo cuyo único objetivo será ver dónde la consigue y su vida rondará únicamente sobre las alternativas del próximo consumo.
Argentina hoy trabaja en tres aspectos por una parte liberaliza la tenencia de drogas, por otra parte desarticula y cierra los centros gratuitos de atención a adictos, como ejemplo citamos Tierra del Fuego y Buenos Aires, pero además están avanzando sobre los centros de internación privados y los religiosos para erradicarlos definitivamente. La desaparición de estos centros provocaría una sensible baja en los porcentajes de consumo en Argentina. Debemos recordar que nuestra nación es primera en consumo de cocaína y tercero en consumo de marihuana en toda América, según la Oficina Contra la Droga y el Crimen de Naciones Unidas y el Departamento de Estado Norteamericano.
Es necesario aclarar que Argentina sigue prohibiendo a la Fuerza Aérea controlar nuestro cielo y continúa avalando las 1500 pistas clandestinas de aterrizaje, que hay en toda la franja Norte de nuestro país sin pretender eliminar ninguna de ellas, por las que ingresa el inmenso caudal de sustancias ilegales que destrozan el cerebro de nuestros pibes. Permite y alienta la instalación de los tentáculos de seis carteles que han tomado posesión de distintos espacios en el territorio nacional, no controla los 750 pasos clandestinos en la frontera boliviana y los 60 pasos ilegales con la frontera paraguaya, además parece tener una preocupante inexperiencia en la detección de embarque de drogas hacia Rusia y Europa, dado que autoridades en el tema del orden internacional indican, que se exportan 70 mil kilos de cocaína al año desde los puertos argentinos.  La actual Ley de Salud Mental promulgada en enero de 2012, encuadra legalmente como secuestro la internación compulsiva del drogadependiente, procesando al médico tratante como secuestrador y quitándole el título habilitante. Pero este es un tema para desarrollar en nuestra próxima editorial, por su importancia y sus implicancias jurídicas, sociales, familiares y políticas.

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