Gracias Brasil

Pasaron 35 días de Copa del Mundo, pasaron goleadas, grandes fracasos, batacazos y una final que quedará marcada como saldo negativo para Argentina. Ese saldo será injusto porque la historia cuenta a los ganadores y olvida a los perdedores. De igual manera, tanto Sabella como todo el equipo argentino volverá al país con el orgullo intacto.
Pero detrás del Mundial hubo un país dispuesto, trabajador, generoso y paciente. Ese fue Brasil, que aun sin el éxito deportivo siguió de la misma manera. El mundo, tal como lo había dicho el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, antes del inicio, vivió el mejor de los certámenes hasta ahora realizados.
Sí, se cayó un puente, se murieron personas en la construcción de los estadios y quedará el nudo en la garganta por las vidas ausentes. En lo estrictamente futbolístico y competitivo, todo fue una gran muestra de trabajo. Si alguien se enriqueció con ello, ya lo dirá la justicia local, pero para los argentinos que vivieron el Mundial como propio, el recuerdo tendrá la gran mancha de la derrota, pero la claridad de días de felicidad hasta el 13 de julio.
El espacio entre Mundial y Mundial hará analizar cada segundo de juego, justo detrás de cada jugada podrán observarse los estadios terminados, el espectáculo en su esencia y la felicidad de haber vivido el mejor de los mundiales.
Brasil 2014 se terminó, por suerte, con un buen repertorio argentino. Alemania fue el campeón, a fin de cuentas, más justo de todos.

Emiliano Andreoli
Enviado especial (Río de Janiero)
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