“Fue asesinada en el lugar donde debían protegerla”

Lunes 12 de noviembre de 2012
Ada Rico. | De la Casa del Encuentro.
Ada Beatriz Rico es la cofundadora y coordinadora de la Casa del Encuentro, la única ONG que se encarga de realizar el relevamiento nacional de femicidios desde el 2003 hasta la actualidad.
Hasta junio, el observatorio de la ONG tenía relevado 119 femicidios en el 2012, lo cual significó un leve descenso en cuanto al mismo período del año pasado. “Pero en julio y agosto realmente se profundizaron los femicidios. Notamos la gran cantidad de mujeres jovencitas, casi niñas, que están siendo asesinadas. Se recrudecen los casos adolescentes”, informó Rico en diálogo con El Territorio.
Sobre el asesinato de Mariela García, la referente comentó: “Cuando vimos este caso en los medios nos llamó la atención cómo podría ser que una mujer sea asesinada justamente en el lugar donde supuestamente tiene que estar protegida. La verdad que este caso está fuera de todos los análisis porque supuestamente el agresor no puede entrar a una comisaría; sin dudas, es un dispositivo muy importante que ha fallado”.
Mariela, como otras víctimas, había hecho visible su situación, lo había comentado a su entorno e incluso realizó denuncias previas. El año pasado, de las mujeres asesinadas, 19 habían realizado la denuncia. “Ahí te das cuenta que están fallando los dispositivos porque la mujer hace la denuncia, hace lo que tiene que hacer,  y de cualquier manera es asesinada. Esto para las mujeres trae como una sensación tremenda de inseguridad”.
Con preocupación, Rico advirtió: “Vemos que incluso hay femicidios donde el varón agresor tenía hasta la orden de restricción. Y a pesar de tener esa orden ingresa a los domicilios y en el caso último de la violencia, asesina a la mujer... Hay una medida cautelar dictada por un juez o una jueza y cuando se incumple la Policía debería detener al agresor porque ya ha cometido el delito de no cumplir una orden judicial. Pero la realidad, es que cuando sucede esto y la mujer llama al 911, en el mejor de los casos, la Policía demora al agresor, pero en la mayoría de los casos le dice que se aleje de ahí, y no se lo llevan detenido y esto es algo que debe modificarse”.
Una de las principales causas es la falta de capacitación para el personal policial. “Esto indudablemente sucede porque no están capacitadas las personas con la temática de la violencia de género”.

Reclamos urgentes
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires funciona la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que recibió más de 30 mil denuncias por violencia ‘intrafamiliar’ entre octubre de 2008 y agosto de este año. También fue creada la Brigada Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Familiar, que actúa de emergencia en situaciones extremas. Cualquier víctima de violencia familiar, vecinos que escuchen o presencien violencias en otro domicilio, instituciones, familiares de víctimas y cualquier otra persona que necesite orientación en violencia familiar puede realizar una denuncia al número 137 que atiende las 24 horas los 365 días del año. “Pero eso solamente pasa aquí, y tendría que estar en todos los lugares”, exigió Rico.
La asistencia, la contención y acompañamiento para la víctima es esencial. “Siempre alentamos que realicen las denuncias, pero le decimos a la mujer que antes de hacerlo se acerque a organismos oficiales, de la justicia, organizaciones que trabajen esta temática para que realmente la puedan asesorar de los pasos que tiene que seguir”.
Cada año, cuando se publican los informes de femicidio, la Casa del Encuentro refuerza sus reclamos: “No tenemos suficientes refugios y los que existen están colapsados. Entonces la mujer hace la denuncia y muchísimas veces por una cuestión económica o por no tener dónde ir, regresa a la casa donde está el agresor que acaba de denunciar”.
Para Rico, la problemática social de la violencia contra las mujeres debería estar en la agenda pública y prioritaria del Estado. “Tenemos una Ley, la 26.485, que es una de las mejores leyes de Latinoamérica pero no se le destina un presupuesto acorde para que se lleve adelante”.
También apuntó a la modificación de las currículas educativas. “Eso es muy importante, porque sino nos encontramos con abogados, psicólogos, trabajadores sociales, médicos, que no tienen incorporada la temática de género”.

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