Bormann y Quiroga

Jueves 2 de julio de 2015
En 2004 Aurelio Benítez, el Charrúa, apasionado escritor (autor en los 90 de El oro de los nazis) me invitó a conocer la famosa casa de Bormann en Teyú Cuaré. Llegamos al  puesto del guarda parque; nos internamos a pie en el sendero estrecho. En el pedestal del Peñón de los Cuervos, base rocosa en la que se acumula guano y plumas de los alados centinelas del averno (pajarracos que conquistaron este altar oculto con justicia a la naturaleza mefistofélica de los dueños de la casa) encontramos la ruina destechada, con maleza, sin puertas y aberturas sin ventanas. Como cuencas vacías de ojos ciegos, la casa era, como todas las casas abandonadas del mundo en condiciones y circunstancias parecidas, el símbolo de una calavera. Surcos de desguazadas sus cañerías, sobrevivían en el muro apenas algunos azulejos, y en el piso baldosas sueltas, paredes de piedra y huecos en la argamasa. Como en aquellos tiempos (1950) las casas de monte solían tener su basural (un pozo a cielo abierto apartado) al que solían echarse deshechos de la vida cotidiana, botellas, vidrios, vajilla rota, envases y esa cosas, imaginamos (y dedujimos) en qué lugar podría haberse cavado el de esta casa maldita, y acertamos: nos pareció ´ver´ un sector con distinta coloración en el humus y en el verde; removimos la resaca húmeda y dimos por turno con (magro inventario…) una pequeña latita de polvo para hornear Royal, importada; dos gruesos culotes de botellas irreconocibles, y lo patético: mechones de pelos negros, plutónicos. Cautamente abandonamos todo para ni siquiera rozar, con la profanación, el ánimo de los espectros que sobrevuelan el ámbito y alzamos, apenas, un plumón azabache como suvenir del Peñón, que Aurelio exhibió en el comedor de su casa durante un tiempo. Las vueltas de la vida nos postergó otra aventura: planeábamos con él ubicar el basural de la casa de Quiroga, en la que sospechábamos hallaríamos negativos fotográficos `y una que otra pieza ósea de alguna osamenta no declarada por el uruguayo´.