Quedan dos

Viernes 12 de febrero de 2016

Eran 15, el 29 de enero último murió Gordon Goody, el 13º: del asalto al tren de Glasgow, considerado "el  robo del siglo XX”, ya no quedan más que dos sobrevivientes. “Precisión milimétrica y cuidada preparación” fueron los ingredientes para que entraran en la historia en una madrugada de agosto del 63 al desvalijar uno de los trenes más famosos del Reino Unido que llevaba un cargamento millonario. El tren correo circulaba entre Glasgow y Londres, transportaba 130 bolsas repletas de dinero procedente de los bancos de ambas ciudades, y ese dato era conocido por unos pocos hombres. Todo salió de acuerdo con un plan largamente estudiado por Reynolds que supo de la existencia del tren de Glasgow en una confidencia carcelaria en 1960. Bajo uno de los puentes (a 65 kilómetros de Londres) le acechaba la banda de Ronnie Biggs y Bruce Reynolds.  No fue una noche al azar: los bancos habían cerrado su ejercicio tres días antes y enviaban el dinero a Londres para ponerlo a buen recaudo. Cerca de las 3 de la mañana el tren se frenó inesperadamente; con una batería portátil se habían cambiado las luces del semáforo, de verde a rojo. ¡Luz roja! El ayudante del maquinista bajó para ver qué había pasado y se encontró con los ladrones, disfrazados de soldados, que lo ataron y subieron al convoy. Tras el robo huyeron en dos furgonetas y un camión. Para relajarse, pocas horas después, los ladrones jugaron Monopoly y en el tablero  quedaron las huellas dactilares que sirvieron a la policía para identificarlos; la mayoría fue atrapada al poco tiempo. Reynolds, cirugía estética de por medio  huyó durante cinco años a México. Biggs, pasó 31 años buscado tras su fuga de prisión, hasta su captura en 2001, cuando volvió voluntariamente al Reino Unido.
El botín representó unos 50 millones de euros actuales… de los que no se recuperó más que una mínima parte. De los 15 quedan dos.