Misionero investiga sobre energía nuclear

Con sólo 22 años, César Fernando Clauser, un joven estudiante oriundo de esta localidad, acaba de concluir sus estudios de Licenciatura en Física y, al mismo tiempo, una maestría en Ciencias Físicas que estuvo cursando en el Instituto Balseiro, con sede en San Carlos de Bariloche, donde ahora se prepara para dar inicio a un Doctorado en Física. 
“Lo que terminé en diciembre pasado fue una maestría que arranqué en el 2011, en conjunto con el último año de la Licenciatura en Física que estaba estudiando”, relató el novel científico.
Y anticipó sus próximos pasos: “Este año comienzo el Doctorado en Física en el Instituto, la que me demandaría alrededor de cinco o seis años, que por ahí, si todo va bien, puedo acortarlo a cuatro años”.
“Una vez que concluya con mi doctorado -continuó con su relato- la idea que tengo es ir a Europa, a fin de complementar mi formación, porque en el ámbito científico es bueno conocer otras metodologías de trabajo y ver cómo funciona la investigación en otros lugares del mundo”, manifestó César.

Generación de energía
Clauser señaló que “el área en el que me estoy especializando es la de Interacción de la Radiación con la Materia, dentro de la cual me estoy dedicando muy especialmente a la Física de Plasmas y la Fusión Nuclear, con el que estoy investigando un área de mucho interés, como lo es la producción de energía eléctrica a través de la fusión nuclear”.
Para el misionero, su investigación se encuadra “en un área de mucho interés, porque es la candidata a transformarse en la mejor forma de producir energía a futuro”.
En un mundo y un país en el cual la generación de electricidad es un problema que en las últimas décadas ha generado intensos debates, Clauser remarcó que el sistema que estudia es altamente beneficioso.
“Esta es una energía limpia, sin problema alguno de contaminación, además de ser mucho más segura que la energía nuclear que conocemos hoy por hoy”, analizó.
Animarse
César Clauser cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 177 y en la Normal Nº 3 de esta localidad, mientras que la secundaria la hizo en la Epet Nº 10.
De allí pasó a estudiar en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones, en Oberá, donde estuvo dos años y medio, para a mediados del 2009 rendir en Resistencia, Chaco, el examen de ingreso al rionegrino Instituto Balseiro, el centro educativo científico más prestigioso de Latinoamérica.
Allí acaba de recibirse de licenciado y maestro con el mejor promedio entre los egresados de la 56ª promoción de licenciaturas y la 10ª promoción de maestrías en física.
“Esto es cuestión de animarse. Hay muchas posibilidades, entre ellas becas del Estado y del sector privado, en el campo de las ciencias. Y hay que aprovechar esto porque hasta los países del tercer mundo entendieron que hay que invertir en ciencia y tecnología”, señaló.
Y, dirigiéndose a los estudiantes, insistió: “Por eso digo que hay que animarse. Ingresar al Balseiro, por ejemplo, no es tan difícil como muchos pintan y creen. Por eso aliento a que se sumen al desafío. Sólo les tiene que gustar”.