Enfrentar los problemas

A los problemas no hay que negarlos, ni esconderlos bajo la alfombra. Hay que enfrentarlos. Porque ocultarlo hace que el problema siga y vuelva con mayor fuerza y contundencia. Pasó, y pasa, con el narcotráfico en la provincia de Santa Fe, por ejemplo. Siempre se lo minimizó, que era una cuestión de barrios, de barras bravas, hasta que explotó y Rosario se convirtió en un campo de batalla de bandas narcos que ni las fuerzas federales pudieron ni pueden controlar.
En Misiones, hay varias situaciones sobre las que este diario viene alertando desde hace rato. Una de ellas, el consumo de estupefacientes entre chicos y jóvenes. Primero fue en los grandes barrios de Posadas. Después se visibilizaron emergentes en barrios de Oberá y de Eldorado. Se registraron hechos también en escuelas de Oberá y en San Ignacio. En la mayoría de los casos, con el agravante de que las víctimas no sabían o no tenían dónde pedir ayuda.
La decisión de las autoridades provinciales de habilitar mecanismos de comunicación acordes a los tiempos para que la gente pueda pedir ayuda, es acertada. El WhatsApp está probablemente en todos los celulares, es gratis y accesible a todos. (Se podría pensar en sumar las redes sociales, además). Es acertada, no porque lo dice alguien en particular, sino porque lo indican los resultados. Desde que se habilitó un número para mensajes de celulares, no pararon las consultas y los pedidos de ayuda, según cuenta la encargada del programa. (Pág. 3)

El desafío pasará, ahora, porque esos pedidos de ayuda, en la mayoría de madres, abuelas y docentes, reciban la respuesta adecuada.

Por Roberto Maack
Jefe de Redacción
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