El hombre del telescopio

Miércoles 5 de agosto de 2015
Como salido de un cuento de Dickens, un hombre de barba, gabán y botas arrastra lentamente su carrito de supermercado (cri-cri, hacen las ruedas) en el que carga raros objetos bajo un paño. Sin importarle las miradas furtivas que le asestan casi con sorna los que no pueden despegar ni pupilas ni manos de sus celulares aunque caminen, el hombre misterioso elige una coordenada en la vereda, mira el cielo y se decide a descubrir un instrumento. Separa cartones y papeles, bolsas y manta, quita el paño, despliega un trípode e instala sobre él su telescopio bien casero. Apunta, regula, calcula, ajusta. Todo lo hace en respetuoso silencio, no tanto hacia el bullicio fabril de la calle horizontal sino hacia la noche espacial. Sabe, dice, "por dónde anda Saturno, de este a oeste, en retroceso", y se los mostrará, gratis, “a estos timoratos, que no valen un centavo, pero que aún atesoran cierta mínima capacidad de coraje de prestarse como cobayos a las maravillas de allá arriba”.
Y entre risitas nerviosas que van desacomplejándolos del qué dirán de los que pasan inmutables, los que se animan viven su primera experiencia con el Planeta de los Anillos, paradójicamente íntima, en la más vasta de las salas: el cosmos. Establecen a su modo contacto vertical, “bien vertical, doblemente vertical: de especulación milenaria (¿estamos solos?) y de vértigo (¿qué es arriba y qué es abajo?)”. Mágicamente, a medida que esperan o ceden el turno a otros, los timoratos conversan entre sí, se relatan episodios de algún plato volador, estrella fugaz, eclipse o arco iris, y cuando el edificio de 20 pisos (mole, o dinosaurio) se devora al planeta, el hombre de la calle vuelve sobre sus gastados pasos: desarma el instrumento, pliega el trípode, envuelve todo con el paño y se va como vino con su carrito (cri-cri, otra vez las ruedas). Todos volverán a su horizontalidad; sin embargo, hechizados por la intrigante triangulación de espejos, lupas y lejanía ya no serán los mismos: se han sacado su selfie con fondo estelar.