Dirigir con ejemplos

Viernes 19 de septiembre de 2014

Varios docentes, desafiando el miedo, las amenazas y el constante hostigamiento que aseguran padecer, decidieron denunciar lo que viene ocurriendo en el Centro Educativo Polimodal número 17 de  Garupá. Plantean que existe un marcado nepotismo, donde los inmediatos beneficiarios son los familiares de los actuales directivos de la institución. Añaden como cuestiones irregulares, el abuso de poder y reclaman una auditoría imparcial. Lo llamativo -como dejan en evidencia los denunciantes-, es que esta cuestión, salpicaría por inacción al Consejo General de Educación. Esto último, por no haberse percatado de lo que venía sucediendo en la institución. Aún más grave sería si algunos integrantes de esta cartera de educación, conocieran estas irregularidades y no hubiesen actuado para revertir estas prácticas. Lo cierto es que finalmente la situación se hizo pública ayer y se añade la falta de transparencia en el manejo de programas y planes emanados desde el Ministerio de Educación. Lo que piden estos educadores, es que los escuchen y puedan hacer su descargo en un ámbito de confianza. Para poder comenzar a normalizar la situación, requirieron el apartamiento en sus cargos, de quienes habrían estado abusando del poder temporal concedido para administrar la escuela. Si a los docentes se les exige ser siempre un ejemplo ante sus alumnos, los directivos tienen un compromiso doble: deben llevar la bandera de la ética y la moral, para ser respetados. Y, como estos aspectos están cuestionados, el Consejo debe despertar de su letargo y actuar con imparcialidad (página 5).

Antonio Villalba

Editor de Política
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