Violencia en la Estudiantina

La Estudiantina convoca todos los años a los adolescentes, hace más de seis décadas, con una regularidad que los organizadores de actividades menos exitosas en convocatoria, bien quisieran gozar. Sin embargo, una fiesta que tiene todo el potencial para promover maravillosas experiencias –de autogestión, de responsabilidad, de trabajo cooperativo- puede convertirse en exactamente todo lo contrario: ser la causa de violencia, agresiones, lesiones e incluso muerte.
La denuncia de la madre de un estudiante del colegio posadeño Martín de Moussy vuelve a desnudar el aspecto más terrible de esta fiesta (Página 3). La mujer expuso que su hijo fue víctima de una golpiza disciplinatoria por concurrir al ensayo de la banda de música sin el instrumento en condiciones. La mujer denunció penalmente el ataque,  pide sanciones para la escuela y cuestiona la ausencia de adultos en las prácticas. Desde Apes, adelantaron que el hecho será analizado en la próxima reunión de la asociación. Desde la dirección de la escuela dijeron desconocer el hecho y explicaron que la Estudiantina es una actividad extraescolar. Y que cada vez resulta más difícil conseguir que algún docente acepte acompañar a los estudiantes.
Con la denuncia penal, la justicia tendrá que deslindar responsabilidades. Lo que está claro es que es el momento de tomar decisiones y hay que actuar con responsabilidad si se quiere evitar males mayores. Lo más sencillo es prohibir.  El desafío es encontrar las medidas para promover lo mejor que tiene la fiesta y proteger a sus participantes.